José Moro, presidente de Bodegas Cepa 21, y Fátima Pereyra se casan en Sevilla
Amor, vino y diseño se unen en una boda inolvidable en el corazón de Andalucía
La Hacienda de Medina, en Carmona (Sevilla), finca Familiar, fue el escenario elegido por José Moro y Fátima Pereyra para darse el ‘sí, quiero’; la pareja selló su amor después de más de dos años de relación con una ceremonia emotiva y muy personal
Más de 250 asistentes, entre ellos rostros conocidos como Susana Bicho, Fran Rivera o Vicky Martín Berrocal, arroparon a los novios en este día tan especial; el cóctel, la cena y la música en directo pusieron ritmo a una velada inolvidable que se prolongó hasta altas horas
José Moro y Fátima Pereyra se conocieron en 2023 en una fiesta organizada por Carlos Herrera; él, referente internacional del vino con Bodegas Cepa 21, y ella, creativa y empresaria con una sólida trayectoria en diseño y decoración, forman un tándem cargado de éxitos
Una nueva temporada arranca de la mejor manera posible para el bodeguero José Moro y la empresaria Fátima Pereyra. Tras más de dos años de relación, este viernes 5 de septiembre, el presidente de Bodegas Cepa 21 ponía el broche de oro a su relación con Fátima Pereyra. El día anterior, 4 de septiembre, la pareja se casó en la intimidad en uno de los torreones del Hotel Alfonso XIII de Sevilla, obra del arquitecto Aníbal González. Un encuentro con sus hijos y familiares más íntimos, que sería antesala de una celebración única en la Hacienda de Medina, ubicada en Carmona (Sevilla). Esta es la hacienda de celebraciones de la familia de la novia, que ha sido testigo de la fiesta de este enlace que ha reunido a un gran número de personalidades de todas las esferas de la sociedad; este espacio es conocido por su arquitectura tradicional y entorno andaluz. Rompiendo con la tradición, los novios llegaban juntos y sonrientes a la finca, para festejar su unión poco antes de las 20.00 h. En un entorno idílico, los novios han comenzado esta celebración tan especial con un bonito discurso ante unos 250 invitados, entre familiares y amigos. ”Es todo un orgullo para nosotros celebrar con los que más queremos nuestra felicidad. Todos los que estáis presentes en esta celebración sois parte de una bonita historia que hoy comienza un nuevo capítulo y que seguimos escribiendo juntos. Gracias por acompañarnos en este camino”. Para este inolvidable día, José Moro apostó por un diseño de Tom Ford; por su parte, Fátima Pereyra ha deslumbrado con tres impresionantes vestidos, dos de ellos diseñados por ella misma —valiéndose así de su dilatada experiencia en el mundo de la moda— y un tercero firmado por Rebecca Vallance, una reconocida diseñadora de moda australiana.
Una nueva temporada arranca de la mejor manera posible para el bodeguero José Moro y la empresaria Fátima Pereyra. Tras más de dos años de relación, este viernes 5 de septiembre, el presidente de Bodegas Cepa 21 ponía el broche de oro a su relación con Fátima Pereyra. El día anterior, 4 de septiembre, la pareja se casó en la intimidad en uno de los torreones del Hotel Alfonso XIII de Sevilla, obra del arquitecto Aníbal González. Un encuentro con sus hijos y familiares más íntimos, que sería antesala de una celebración única en la Hacienda de Medina, ubicada en Carmona (Sevilla). Esta es la hacienda de celebraciones de la familia de la novia, que ha sido testigo de la fiesta de este enlace que ha reunido a un gran número de personalidades de todas las esferas de la sociedad; este espacio es conocido por su arquitectura tradicional y entorno andaluz. Rompiendo con la tradición, los novios llegaban juntos y sonrientes a la finca, para festejar su unión poco antes de las 20.00 h. En un entorno idílico, los novios han comenzado esta celebración tan especial con un bonito discurso ante unos 250 invitados, entre familiares y amigos. ”Es todo un orgullo para nosotros celebrar con los que más queremos nuestra felicidad. Todos los que estáis presentes en esta celebración sois parte de una bonita historia que hoy comienza un nuevo capítulo y que seguimos escribiendo juntos. Gracias por acompañarnos en este camino”. Para este inolvidable día, José Moro apostó por un diseño de Tom Ford; por su parte, Fátima Pereyra ha deslumbrado con tres impresionantes vestidos, dos de ellos diseñados por ella misma —valiéndose así de su dilatada experiencia en el mundo de la moda— y un tercero firmado por Rebecca Vallance, una reconocida diseñadora de moda australiana.
Numerosos rostros conocidos, como Carlos Sobera, Susana Bicho, Horacio Pancheri, Fran Rivera, Irene Villa, Joaquín Prat, José Luis López ‘El Turronero’, María José Suárez o Vicky Martín Berrocal, han acompañado a la feliz pareja en este día tan importante. La fiesta comenzó con un cóctel, que dio paso a una cena, para finalmente disfrutar del esperado momento del baile y la barra libre, todo ello amenizado por diferentes grupos de música en directo, entre ellos el de Fran Rivera, ‘Una y nos vamos’, que han animado la velada hasta altas horas de la madrugada.
José Moro y Fátima Pereyra han cuidado hasta el más mínimo detalle para que todo fuese perfecto. Para agasajar a sus invitados han confiado en Alfardos, el catering sevillano que ha conquistado con su propuesta de alta hostelería creativa y que es habitual en las celebraciones más exclusivas de Andalucía. Asimismo, la Hacienda se ha llenado de flores gracias a Verde Oliva, una de las floristerías más buscadas de Sevilla, capaz de transformar cualquier espacio en un escenario de ensueño, con composiciones románticas y sofisticadas.
PAREJA DE ÉXITO
José Moro y Fátima Pereyra se conocieron en 2023 en una fiesta organizada por su amigo Carlos Herrera; el flechazo fue inmediato. Sin embargo, no ha sido hasta enero de este mismo año cuando el bodeguero vallisoletano le ha pedido matrimonio en un romántico viaje a Austria. Ambos forman una pareja idílica y cargada de éxitos personales y profesionales.
José Moro se ha convertido en un bodeguero de referencia a nivel nacional e internacional; ha recorrido el mundo siempre con la bandera de la Ribera del Duero y del vino español. Moro procede de una saga de viticultores enraizada en la Ribera del Duero y se ha convertido en una de las personas que más ha contribuido a la gran proyección internacional de los vinos de esta denominación de origen. Con la experiencia y el aprendizaje de toda una vida, y consiguiendo resultados récord, en los 2000 comenzó su proyecto más personal, Bodegas Cepa 21; una bodega innovadora que combina tradición y modernidad en la producción de sus vinos. Cepa 21 tiene presencia en más de 45 países y está más que consolidada en Europa y en el continente americano, con una cobertura superior al 80 % en Estados Unidos. Además de su compromiso con la calidad y la excelencia enológica, destaca la apuesta del bodeguero por la innovación —en 2019 se convirtió en el primer bodeguero de la historia en entrar en la lista Forbes España de los 100 empresarios líderes en innovación—y la comunicación disruptiva.
Fátima Pereyra empezó hace 25 años su andadura en el diseño de interiores. Tras cursar sus estudios de Turismo y Bellas Artes en la universidad de Sevilla, comenzó su camino profesional en el estudio de arquitectura ESARDI y posteriormente trabajando en la empresa Carmen Moreno Decoración. Durante muchos años Fátima Pereyra ha compaginado su trayectoria como empresaria creando marcas de moda (BYB MODA INFANTIL) y de alimentación (WONKANDY), realizando numerosas obras para cadenas de tienda a nivel nacional y proyectos de viviendas esporádicos. Ahora ha vuelto a su pasión por el mundo de la pintura y decoración, creando espacios únicos y llevando a cabo proyectos especializados en domótica y diseño integral acorde a las necesidades de cada cliente.
Más información: www.cepa21.com
SOBRE CEPA 21
Situada en el pueblo de Castrillo de Duero, en Valladolid, Cepa 21 tiene como objetivo elaborar vinos de altísima calidad y cuidar al detalle todos los elementos que intervienen en la vinificación: desde la selección del terruño y la uva hasta un control pormenorizado de los procesos en viñedo y en bodega. El edificio, elegante y sobrio, está perfectamente integrado con el paisaje y equipado con la más moderna tecnología. Por su situación geográfica, domina un paisaje de cincuenta hectáreas de viñedo propio plantadas con cepas centenarias de la variedad Tinto Fino, una de las más puras del clon tempranillo. Suelos propios de Ribera del Duero, altitudes y pendientes y una filosofía de trabajo que no utiliza ningún tipo de producto residual en la plantación dan como resultado vinos con toda la tipicidad de Ribera, eso sí, pasada por el crisol de la revolución vitivinícola de los últimos años.