Finca La Torre presenta su Cesta Gourmet para sorprender y enamorar en San Valentín
Un regalo gourmet para celebrar el amor
Junto a la tienda especializada Gold Gourmet, la almazara malagueña ha creado una cesta especial compuesta por su premiado AOVE —a elegir entre Finca La Torre Hojiblanca o Arbequina— y una amplia variedad de frutas rojas con la que celebrar esta romántica fecha
Con un precio de 66 euros —no incluidos los gastos de envío—, esta propuesta saludable se podrá adquirir en la tienda de Gold Gourmet, ubicada en la calle José Ortega y Gasset, 85-87, o encargar por teléfono
Finca La Torre se une por segundo año consecutivo a la tienda delicatessen Gold Gourmet para crear el regalo perfecto con el que sorprender a nuestra pareja por San Valentín. Se trata de una cesta gourmet, especialmente pensada para los enamorados más hedonistas, que está compuesta por el premiado AOVE de Finca La Torre, a elegir entre la variedad Hojiblanca y la Arbequina —en botella de cristal de 500 ml—, acompañado de frutas de temporada. El aceite, emblema de la cultura culinaria española, y la fruta son indispensables de la dieta mediterránea y, por ende, sinónimo de salud. Por ello, Gold Gourmet incorpora a este pack frutas rojas y de colores cálidos que armonizan con el aceite de oliva y cuyo color transmite la pasión y el amor que tanto marcan esta fecha: cereza, fresa, fresón, melocotón, nectarina, mango, granada, mandarina, naranja o chirimoya.
La cesta especial San Valentín de Finca La Torre y Gold Gourmet reúne productos de máxima calidad, que han sido cuidadosamente seleccionados. Estará a la venta en Gold Gourmet —ubicada en la calle José Ortega y Gasset, 85-87— por un precio de 66 euros, más gastos de envío; también se podrá encargar por teléfono.
UN SAN VALENTÍN GOURMET
Para esta propuesta, la empresa malagueña ofrece a los clientes la posibilidad de personalizar su cesta con la opción de incorporar la botella de hojiblanca o de arbequina. Finca La Torre Hojiblanca es la estrella de la gama de AOVES monovarietales de la almazara —hojiblanca, arbequina, picudo y cornicabra—; una auténtica joya elaborada con aceitunas procedentes de olivos de entre 100 y 130 años de antigüedad, cultivados según prácticas de agricultura ecológica y biodinámica con el objetivo de obtener el aceite más puro y de la mejor calidad posible. Presenta gran complejidad y armonía, características que marcan la diferencia en muchos platos, como cremas, mariscos, grandes pescados y asados tradicionales. Su aroma es frutado intenso, con recuerdos a hierba recién cortada, hoja de olivo y tomatera, mientras que en boca se percibe un ligero amargor a la entrada y un picor progresivo, persistente y equilibrado con toques de almendra verde, manzana y cáscara de plátano.
Por su parte, Finca La Torre Arbequina cuenta con un aroma frutado medio, con notas claras de manzana y plátano verdes; en boca resulta dulce, con un toque almendrado, picante, fluido y no muy persistente. Esta variedad se recomienda para usar en crudo, concretamente en platos que necesiten aromatización, como las ensaladas, verduras a la parrilla, salsas, cremas frías —salmorejo y gazpacho—, masas de repostería o frutas tropicales ácidas.
P.V.P. AOVE Finca La Torre Hojiblanca/Arbequina Selección:
La trayectoria de Finca La Torre como productora de “oro líquido” se remonta a épocas romanas, como demuestran los restos encontrados en las inmediaciones de la finca, cuando los romanos la replantaron de olivos e instalaron el primer molino de piedra. En torno al año 1260, se construyó la torre vigía que le da nombre y que aún domina el paisaje sobre una de sus colinas. Los aceites de Finca La Torre son aceites de autor que llevan la firma del ingeniero agrónomo Víctor Pérez. Desde que en 2011 se incorporara a la empresa, Víctor se autoimpuso, por pasión y convicción, el cometido de elaborar el mejor aceite de oliva virgen extra del mundo y conseguir lo que nadie antes ha logrado en el sector oleícola: mantener el mismo perfil organoléptico en todos los aceites que elabora campaña tras campaña. Para ello apostó por una filosofía de trabajo de respeto al medio ambiente y por una agricultura no solo ecológica –que implica ausencia de productos químicos y mínima intervención en los procesos– sino también biodinámica. A lo largo de su historia reciente, Finca La Torre ha reunido un impresionante palmarés en el sector oleícola.