Parece que el frío ha llegado para quedarse y, para hacer frente a las bajas temperaturas, Latasia ha adaptado su cocina de mestizaje, en su nueva carta
La carta de Latasia incorpora elaboraciones más adecuadas para las bajas temperaturas como son el guiso de pochas, la carrillera de cerdo ibérico, los puerros confitados con muselina de anguila ahumada o la trucha con costra de quinoa, especias peruanas y pepián verde
Sergio y Roberto Hernández apuestan por un estilo culinario de mestizaje, inspirado en sus experiencias personales y profesionales por medio mundo; además de capitanear Latasia, también hacen lo propio en Taramara y Taberna Moemia
El mestizaje gastronómico no parece esconder ningún secreto para Latasia. Las experiencias profesionales y personales de los hermanos Sergio y Roberto Hernández — que les han hecho viajar por medio mundo— les ha llevado consolidar Latasia como el restaurante por excelencia de cocina fusión en Madrid. Después de seis años, además, han conseguido tomar el pulso a su clientela que espera impaciente cada seis meses ese religioso cambio de carta que incorpora nuevos platos afines a cada estación. Para este otoño-invierno se rinden a los platos de cuchara, indispensables para entrar en calor, y a los productos de temporada. En Latasia, los sabores y técnicas de Perú, Singapur, Filipinas, Malasia, Indonesia y Azerbayán se hermanan con la cocina tradicional para concebir platos llenos de sabor, en los que la indiferencia es imposible. Ese poso de tradición que se percibe en cada plato es gracias a la madre de los Hernández, que les ha sabido trasladar la importancia de conocer la base culinaria española para a partir de hacer creaciones inolvidables. Asimismo, Sergio y Roberto se consideran discípulos de Rogelio Barahona, ese rey del bacalao y del chup-chup.
Su inquietud creativa, les ha llevado a liderar, además de Latasia, Taramara —un restaurante en el que, sin renunciar a su cocina viajera, ejecutan platos con más poso mediterráneo— y Taberna Moemia —el espacio más desenfadado y rebelde—. Sin embargo, Latasia es su buque insignia, donde exhiben su estilo más personal, viajero y en el que caben sabores y técnicas de Asia, Latinoamérica y España.
COCINA CONSISTENTE Y DE SABOR
Lo que comenzó como la aventura personal de dos hermanos, unidos por su pasión por la cocina clásica española y los viajes, es ahora una parada obligatoria en el circuito gastro de la capital. Ya está operativa su carta de otoño/ invierno con los que sucumbir a platos y productos marcados por la estacionalidad —como son los platos de cuchara—, que dan como resultado una exposición de sabores que mira a uno y otro lado del Atlántico y a Asia. Una de sus propuestas es el guiso de pochas —al que le dan su toque distintivo—, en el que van jugando con productos como carne o pescado y siempre utilizando setas de temporada, como níscalos, lengua de vaca, chantarela y boletus. Otra de sus opciones para el otoño es una carrilera de cerdo ibérico con hueso y curry hindú —el camarero interactúa con el cliente al ser terminado en mesa—.
En el apartado de los entrantes, aprovechando la temporada de verduras, Roberto y Sergio han ideado el pesto de otoño/invierno con espinacas, que se presenta acompañando a una burrata —en esta ocasión, de leche de oveja—; y los puerros confitados sobre la parrilla japonesa con una muselina de anguila ahumada. Entre los principales, encontramos novedades, como la trucha de los fiordos de Noruega con una costra de quinoa, especias peruanas y un pepián verde —salsa típica mexicana a base de semilla de calabaza, también conocida como pepita, tomate verde y chile—. Ya fuera de carta, el comensal podrá elegir entre el guiso de callos; el chili crab —plato de cangrejo con salsa picante propio de Singapur—, receta icónica de la casa; el ramen, otro de los platos que vuelven por su gran acogida entre los clientes; y la perdiz roja de tiro elaborada en dos cocciones —muslos y alitas guisadas en un curry rojo, mientras que la pechuga está terminada en la parrilla japonesa—. Eso sí, todos interpretados con maestría por Sergio y Roberto. Los postres siguen la línea de productos de temporada, como es la manzana Pink Lady®, protagonista de un tatín con toques anisados en el crumble, o un babà tradicional empapado en café con espuma de lúcuma —que le aporta el toque peruano—. Elaboraciones llenas de infinitos matices, que te transportarán a lo largo y ancho de los lugares donde los hermanos Hernández han forjado su inspiración. Por supuesto, permanecen en la carta ya clásicos del local, como su icónica ensaladilla —con bonito escabechado, camarones fritos y tobiko—; las zamburiñas; la panceta; y el pez mantequilla.
La carta de vinos sigue fiel al estilo de Latasia: más de un 70 % de las referencias con las que trabajan son vinos con personalidad, de bodegas pequeñas, junto a otros clásicos.
LATASIA Teléfono: (+34) 915 559 333
Paseo de la Castellana, 115 28046 Madrid (España)
Horario: de martes a sábado de 13:30- 16:00 y de 20:30 a 23:30