En un bol con 3 cucharadas de agua colocaremos las placas de gelatina para que se vayan deshaciendo. Dejamos reposar.
En otro bol verteremos la nata para batir, lo huevos, el azúcar, la leche condensada y el queso crema. Lo batiremos todo bien con la ayuda de una batidora de mano con el accesorio de varillas. Cuando la gelatina esté blanda, la añadiremos a esta mezcla. Integramos todo hasta conseguir una mezcla homogénea.
Por último, vertemos la mezcla en un molde redondo desmontable y lo llevaremos a la nevera durante 90 minutos o hasta que tenga la consistencia deseada.
Cuando esté lista, desmoldamos la tarta y cortaremos los melocotones en almíbar, poniéndolos por encima de la tarta de queso como decoración. Finalmente, servir y disfrutar.