Olivicultores y almazaras se plantean no recolectar al no haber apenas aceitunas debido a la sequía
Asociados de AVA-ASAJA en Valencia y Castellón tendrán un 10 o 15% de la cosecha normal mientras que los costes de producción se han duplicado
En un año con los precios del aceite de oliva disparados a máximos históricos, los olivicultores de la Comunidad Valenciana apenas tienen aceitunas en sus campos a causa de las adversidades climáticas. Según las estimaciones de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la producción autonómica en el sector del olivar se desplomará en torno al 90% respecto a una cosecha normal. Hasta tal punto es la escasez prevista que olivicultores y almazaras valencianas se están planteando no emprender ni siquiera las labores de recolección, confección y transporte de las aceitunas.
El responsable de la sectorial del olivar de AVA-ASAJA, Luis Julián Pérez, afirma que “en algunas comarcas interiores de Valencia como Utiel-Requena no hay cosecha, o hay tan poca que creemos que no será viable recogerla. Podrían valer más los jornales de los productores y de las almazaras que el precio obtenido por tan escasa cantidad. En el mejor de los casos podrían abrir almazaras unos pocos días para entrar la producción de aquellos campos que sí tengan suficiente, pero no esperamos para nada beneficiarnos de las elevadas cotizaciones que maneja el mercado del aceite”.
El olivicultor y asociado de AVA-ASAJA Castellón, Carlos Pérez, matiza que “en zonas castellonenses como La Plana Alta, Baix Maestrat i Alt Maestrat podrían llegar a alcanzar un 15% de la producción habitual, en algunos casos lo justo para cubrir gastos. Ojalá el precio sea alto porque los costes de producción prácticamente se han duplicado en un año, entre las subidas de la poda, el abonado, los tratamientos fungicidas, etc.”
La organización agraria atribuye este hundimiento productivo a una serie de inclemencias meteorológicas. Primero, las lluvias persistentes durante los meses primaverales de abril y mayo favorecieron ataques virulentos de repilo, un hongo que diezma las hojas y debilita los olivos. Posteriormente, la falta de lluvias y las sucesivas olas de calor a lo largo del verano intensificaron la caída al suelo de aceitunas a causa del estrés hídrico de los árboles.
Por ello, AVA-ASAJA insiste en solicitar tanto al Gobierno central como a la Generalitat Valenciana ayudas dirigidas a aliviar las graves pérdidas de producción y los sobrecostes económicos ocasionados por la sequía en sectores agropecuarios afectados como es el caso del olivar.