Pink Lady® una variedad única en el mundo que se cultiva en Lleida y Girona— para concebir un abanico muy original, con un diseño lleno de colorido y frescura

    El tono característico de las manzanas Pink Lady®, las flores y las hojas del árbol y las abejas recrean las plantaciones desde una perspectiva nada obvia y usual en un objeto tan netamente español como este abanico artesanal hecho en Valencia 

    Pink Lady® es una fruta de temporada que desaparece ahora de nuestros lineales para regresar en otoño, pero no quiere dejar de estar presente en el día a día de sus fieles consumidores ahora que llega el calor. Por eso, el abanico diseñado por Carlota Pereiro para Pink Lady®, lleno de color y con un diseño original y muy veraniego, está destinado a convertirse en un complemento imprescindible cuando suban las temperaturas. Inspirado en el cultivo natural y respetuoso de las manzanas Pink Lady® en campos de Lleida y Girona, este abanico será un imprescindible en el bolso de diario o en el capazo playero de todas las entusiastas de esta fruta selecta y de aquellas que busquen refrescarse sin perder un ápice de estilo. 

    Carlota Pereiro es una joven artista plástica gallega, con base en Madrid, que compagina su trabajo de diseñadora para el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con colaboraciones con empresas y organismos como AC Hotels by Marriot, La Cartuja de Sevilla, el Ayuntamiento de Madrid, Alvarno, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Kaiku Caffè Latte, Grupo Kabuki o la Comisión Europea. Sus diseños son alegres, espontáneos, coloristas e informales, con una gran importancia de elementos de la naturaleza y animales, dos elementos que ha introducido en su primera colaboración con Pink Lady®. El collage y la mezcla de prints son otros dos rasgos del singular estilo de esta diseñadora que transmite energía, vitalidad y felicidad en sus obras. 

    «Para este diseño me he inspirado en el mundo de las manzanas Pink Lady®, en el proceso orgánico pausado y respetuoso que practican sus agricultores, en los colores y las formas que lo rodean. He querido reinterpretar una serie de elementos de una forma manual, a través del collage, mezclando trazos de pintura con diferentes papeles intervenidos, buscando que el diseño refleje esta parte tan cuidada y humana de la marca. En el abanico están las manzanas, el árbol y la flor del manzano, las abejas... pero plasmadas de una forma menos obvia, en la que se puedan apreciar diferentes detalles con aire fresco y sorprendente. Además, el abanico, un objeto tan español, ahonda en el origen nacional, durante la temporada de manzanas, de esta deliciosa fruta, que se recoge en noviembre», explica la diseñadora. El abanico se ha rematado con una borla en el Pantone rosa Pink Lady®, que aporta un toque coqueto.

    El vivaz color y el estampado del abanico concebido por Pereiro refleja, también, el profundo respecto que muestran al ciclo natural del árbol los 75 productores españoles de esta deliciosa variedad. Estas manzanas deben su especial organolepsia a esa mirada respetuosa, que concede al árbol, y al fruto, el tiempo que necesita. De hecho, las manzanas Pink Lady® son las primeras en florecer del mercado (a finales de marzo o principios de abril) y las últimas en cosecharse (finales de octubre o principios de noviembre, son las manzanas que más tiempo pasan en el árbol). Se trata, por ello, de un producto de temporada, fruto del mimo de la mano del hombre, pero también de la naturaleza. «Este abanico recoge la filosofía de Pink Lady® y de los productores que están a su lado para implantar su filosofía de progreso sostenible, mínimo impacto ambiental y preservación de los recursos naturales. En el abanico hay flores, abejas y, por supuesto, manzanas, reflejadas de diferentes maneras, pero siempre remarcando su origen natural y su apetitosa apariencia. El trabajo de Pereiro ha gustado tanto a Pink Lady® que la colaboración se ha extendido a la creación de un diseño de bolso para la siguiente temporada.

    El abanico, de madera de kotibé pulida —de gran flexibilidad—, ha sido fabricado artesanalmente en la ciudad de Valencia por Abanicos Carbonell, la empresa de abanicos más antigua de la ciudad. Esta compañía, creada en 1860 por Arturo Carbonell, hoy sigue siendo propiedad de la misma familia fundadora, cuya quinta generación continúa elaborando abanicos con la misma filosofía que sus antecesores: se producen íntegramente en Valencia con procedimientos totalmente artesanos. Abanicos Carbonell ha colaborado con marcas de lujo y sus piezas han sido expuestas en museos de España y Francia.