La importancia de la vitamina D para el dolor articular

¿Por qué el dolor articular? Principales causas

El dolor articular que sentimos en ocasiones puede ser motivado por diversas causas. En ocasiones puede ser por traumatismos diversos y en otros casos, lo que produce el dolor en las articulaciones, es un problema de salud propiamente dicho o una enfermedad.

Este dolor articular puede ser provocado por el traumatismo que se produce en la práctica de deportes como el esquí por ejemplo. O que el dolor articular esté motivado por un sobre esfuerzo físico, sobrepeso u obesidad, que provocan una sobrecarga en las articulaciones y produce el daño, esguinces, fracturas o torceduras.

El dolor asociado a las articulaciones (dolor articular), en algunas ocasiones puede ser muscular, exceso de ácido úrico (gota), otras veces la base es autoinmune (el sistema inmunitario del cuerpo de la persona ataca los tejidos sanos propios porque los confunde con tejidos ajenos), como la artritis reumatoide, la psoriásica y la reactiva, el lupus eritematoso sistémico, entre otras.

La importancia de la Vitamina D

La vitamina D es muy importante para el sano funcionamiento de nuestro cuerpo y es crucial conocer sus propiedades.

Por una parte, fortalece nuestro sistema inmunológico y es antiinflamatoria. La vitamina D constituye nuestro primer recurso defensivo frente a microorganismos patógenos, favoreciendo que las células puedan eliminarlos.

Por otra parte, la vitamina D es importantísima para mejorar la respuesta del organismo ante las inflamaciones, contrarrestando el proceso inflamatorio (en este caso en el dolor articular). También facilita la absorción de fósforo y calcio, así como los procesos de mineralización del hueso.

Por tanto, la vitamina D es fundamental fijar el calcio en los huesos, tarea primordial en la prevención del raquitismo en los niños y de la osteoporosis en los ancianos, enfermedad que, recordemos, se caracteriza por una predisposición a las fracturas.

Qué ocurre cuando tenemos déficit de vitamina D

Como hemos comentado anteriormente, la presencia de vitamina D en nuestro organismo es muy importante, pero ¿qué le sucede a nuestro organismo cuando hay deficiencia de esta vitamina?

Dada su decisiva acción sobre la salud ósea, entre las principales consecuencias se encuentran el raquitismo, las deformaciones óseas y los dientes débiles y vulnerables.

Causas del déficit de vitamina D

Las causas que provocan una deficiencia en esta vitamina están asociadas principalmente a una falta de exposición al sol (para disfrutar de todos los beneficios del sol y ningún daño de los rayos UV, el sol debe tomarse de forma correcta, teniendo en cuenta los principios básicos y respetando las precauciones adecuadas), lo que dificulta la absorción de la vitamina D.

En los adultos, la vitamina D se utiliza principalmente para mantener los huesos fuertes y sanos, evitando problemas como la osteoporosis y dolor articular.

Cómo podemos obtener vitamina D

La mejor manera de obtener vitamina D es a través de una alimentación sana y equilibrada, por supuesto, por otro lado, existe la opción de ayudarnos con complejos vitamínicos que la contengan.

También es recomendable tomar el Sol, sobre todo en la zona del plexo solar, por lo que se recomienda a las mujeres que al exponerse al Sol no tapen esa zona del cuerpo. Siempre tomar el Sol con protección, precaución y a las horas recomendadas.

La vitamina D farmacia sin receta es fácil de obtener y si las deficiencias son de carácter grave, un médico podrá prescribir la terapia adecuada para solucionar el problema de deficiencia.

Qué alimentos contienen vitamina D

Aceite de bacalao: es el alimento con más cantidad de vitamina D

Los pescados azules y grasos como las sardinas, el salmón, atún o la caballa son los que más vitamina D contienen.

Las ostras son uno de los mariscos con más cantidad de vitamina D, pero también otros más asequibles y comunes en nuestra dieta como las almejas, las gambas y los langostinos.

El hígado de ternera o conejo por ejemplo.

Los huevos, además de su elevado contenido en proteínas de gran calidad, también contienen vitamina D que se concentra en la yema.

Lácteos como la leche entera, los yogures, la mantequilla y el queso, entre otros, contienen vitamina D. Es cierto que estos alimentos son muy calóricos y si compras las versiones light fíjate en que estén enriquecidos con esta vitamina que al ser liposoluble, se encuentra en la grasa.

Respecto a las fuentes vegetales de esta vitamina, a día de hoy se sabe a ciencia cierta que solo está presente en las setas, como el champiñón entre otras variedades. Se recomienda ponerlas al sol antes de su consumo (aunque ya estén recolectadas), porque los rayos ultravioleta del sol siguen transformándose en vitamina D.

Se dice que el aguacate y algunos cereales con germen de trigo también son poseedores de esta vitamina, lo cierto es que hay mucha controversia.

Por lo tanto, y como conclusión, para evitar un déficit de vitamina D y mejorar nuestros niveles en el cuerpo siempre será recomendable que intentemos tener una exposición al sol de unos 10-15 minutos al día, llevar una dieta sana rica en lácteos, huevos y pescado azul y si fuera necesario llevar a cabo un tratamiento vía oral de vitamina D. Todas estas recomendaciones harán que mantengas óptimos niveles de vitamina D minimizando el riesgo de inflamación, mejora de los dientes, dolor articular, etc.

Por: Alfredo José Corbín Ordóñez

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