Este romántico y heroico storytelling ha inspirado la última campaña que pasta Garofalo, una de las firmas más longevas de Italia y referente en la elaboración de pasta artesanal italiana, pondrá en marcha en abril —mes en que se enmarca el Día Mundial de la Carbonara— con el fin de capitalizar y ensalzar la salsa. Y lo hace de manera legítima, pues todos los productos de la marca se elaboran con la autenticidad que garantiza la localidad de Gragnano —ubicada al fondo de la bahía de Nápoles, es conocida como la “Città della Pasta”— con el mejor trigo duro italiano. En suma, técnica, clima y materia prima aportan a la pasta Garofalo una textura porosa que permite capturar las salsas de forma única. 

    La pasta a la carbonara no es solo uno de los clásicos por excelencia de la cocina italiana; también tiene el honor de ser uno de los platos más conocidos del mundo. La receta levanta pasiones por su sencillez y su sabor, conseguido con la simple mezcla de cuatro ingredientes —huevo, guanciale (careta o carrillera de cerdo curada, sin ahumar), queso y pimienta negra recién molida—, los mismos que incluye el kit que ha diseñado Garofalo para aquellos que quieran preparar carbonara en casa toda la autenticidad posible: spaguetti No9 Garofalo  —elaborados con pasta de sémola de trigo duro con IGP Gragnano, rugosos al tacto gracias al trefilado en bronce y elegidos por los mejores cocineros italianos, pues retienen de forma excepcional las salsas—; 240 g de guanciale Negrini —careta de cerdo curada, que le aporta un extraordinario sabor a la salsa—; 200 g de pecorino romano DOP Grattugiato —queso de oveja fuerte, intenso y aromático— y pimienta negra recién molida. 

    El kit está disponible hasta agotar existencias en la tienda PeSeta (San Vecente Ferrer, 8), uno de los referentes textiles de nuestro país, a un precio de 35 euros. Se presenta en un macuto de tela en color crudo que hace un guiño a las reuniones clandestinas de La Carbonería en las montañas. Por ello, se trata de un regalo en sí mismo y de una buena excusa para organizar una comida en la sierra, eso sí, siguiendo la tendencia del glamping, muy alejada de las incomodidades que sufrieron los Carbonarios. La imagen de la campaña, inspirada en el carácter guerrillero de La Carbonería —con quien curiosamente compartía con Garofalo los colores rojo, blanco y negro—, ha sido diseñada por la consultoría creativa Cumbre. 

A la venta en PeSeta (San Vicente Ferrer, 8) 

P.V.P.: 35 euros.

    Nacida en 1789, la pasta Garofalo se elabora en la localidad de Gragnano, ubicada al fondo de la bahía de Nápoles, en el sur de Italia, y conocida como la “Città della Pasta”. Por su particular microclima, sus abundantes manantiales de agua mineral y su configuración –que sigue la dirección del viento y el sol–, esta villa está considerada como el mejor lugar del mundo para la elaboración y el secado de la pasta. La cuidada elaboración y la gran variedad de cortes (más de 100) son las señas de identidad de Garofalo, una marca con más de dos siglos de historia que hoy se posiciona como la pasta de referencia de los auténticos conocedores, tanto particulares como profesionales. El secreto de su carácter ultra premium reside, en parte, en su origen, ya que es una de las pocas firmas que cuentan con el sello de calidad ‘Pasta di Gragnano’, la única Indicación Geográfica Protegida (IGP) de pasta seca reconocida por la Unión Europea. La normativa que rige esta IGP exige, por ejemplo, utilizar moldes de bronce en lugar de teflón, un nivel mínimo de proteína del 13 % en el producto final, garantizar la trazabilidad del proceso hasta el mismo empaquetado y, por supuesto, producir la masa dentro del municipio de Gragnano, donde Garofalo se posiciona como la mayor productora.

    Desde que el ‘Storico Pastificio Garofalo’ empezase a funcionar hace ya casi tres siglos, los descendientes de la familia de los primeros maestros artesanos de la pasta se han convertido en portadores de una pasión y un oficio que se han ido transmitiendo de generación en generación. Como artesanos del segundo milenio, cuidan a la perfección todos los procesos de elaboración de la pasta: desde la selección del mejor trigo duro (para conseguir una pasta especialmente rica en proteínas y con mayor consistencia) y el trefilado con moldes de bronce (que la dotan de una textura porosa) hasta el proceso de secado. El resultado es una pasta de trigo duro, firme, elástica y resistente y con una textura única.