El alcalde valora que, los actos falleros de septiembre cierran un ciclo de forma digna y segura
Joan Ribó ha comprobado el inicio de los trabajos de traslado de las fallas
Las calles y plazas de la ciudad han empezado hoy a recibir los monumentos falleros que han sido guardados durante año y medio y que ahora se quemarán dentro de los actos que se han organizado del 1 al 5 de septiembre para “cerrar un ciclo”. Así lo ha valorado el alcalde de València, Joan Ribó, a las puertas de Feria València donde se ha acercado para comprobar el inicio de los trabajos de traslado de los monumentos falleros que tendrían que haberse quemado el pasado 19 de marzo de 2020 y que año y medio después se convertirán en ceniza, a causa de la pandemia del coronavirus que obligó a suspenderlas. El alcalde ha garantizado que los actos falleros de septiembre -y ha subrayado que “son actos falleros y no Fallas como tal”- “se celebrarán con todas las medidas de seguridad”. De hecho, ha anunciado, una reunión de la Junta Local de Seguridad “para coordinar todas las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad, para atender con las medidas que ha decretado la Conselleria de Sanidad y con la colaboración del colectivo fallero”, del cual ha destacado “su actitud responsable y positiva”.
El alcalde de València, Joan Ribó, acompañado por el regidor de Cultura Festiva y presidente de Junta Central Fallera, Carlos Galiana, ha hablado de “la importancia de cerrar el ciclo fallero del año 2020 y 2021 de la forma más digna y más segura”. En cuanto a la Plantà y Cremà de las Fallas durante la primera semana del mes de septiembre, las cuales más de un centenar han sido custodiadas en uno de los pabellones de Feria València y otras almacenadas a los talleres de los artistas falleros, Joan Ribó ha explicado que “su traslado a las calles de la ciudad es un indicador que acaba una fase para poder empezar otra: la de las Fallas de 2022”.
“Hay que diferenciar entre Fallas y actos falleros”, ha reiterado. Según ha explicado el alcalde “es imprescindible que se planten y se quemen y se hagan todos los actos seguros para empezar un nuevo ciclo”. “Las fallas tienen que continuar y por eso necesitan quemarse”, ha afirmado.
Joan Ribó ha resaltado “la importancia de los actos falleros de septiembre, fundamentales para la ciudad y para el movimiento fallero”, a quien ha agradecido “su actitud ejemplar, responsable y positiva, que cuenta coordinadores para trasladar a sus comisiones las medidas y protocolos establecidos por las autoridades sanitarias competentes para garantizar que todos los actos se celebren con seguridad”.
“Con este objetivo, el Ayuntamiento ha convocado una reunión de la Junta Local de Seguridad que se celebrará a finales de agosto para coordinar todos los agentes implicados y cumplir con la normativa autonómica frente la pandemia”. En este marco, el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, ha recordado, que tal como se acordó el pasado martes en la reunión mantenida entre el Ayuntamiento, la Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública y representantes del colectivo fallero, y que volverá a reunirse el sábado 28, se celebrará la Ofrenda y la Cremà “con medidas especiales”. Tampoco se celebrarán actos multitudinarios como por ejemplo las mascletaes de la plaza del Ayuntamiento o los castillos de fuegos artificiales al Jardín del Turia. “No daremos a conocer la ubicación de las mascletaes para evitar aglomeraciones”, ha aclarado.
Carlos Galiana ha explicado que todos los actos que se harán en la calle ya cuentan con la autorización y protocolos de seguridad, y ha destacado que “la única actividad diferente es la cremà, que es el acto singular que define nuestra fiesta y que también dispondrá de un estricto dispositivo de seguridad”.