Los que peor lo han pasado ayudan a los que más lo necesitan
Dempanadas pertenece a uno de los sectores más vulnerables de la crisis del Covid-19, el de la hostelería
Lejos de tirar la toalla, decidieron reinventarse y aportar su granito de arena con los que no solo este año lo han tenido difícil.
Dicen que las crisis también sacan el lado más humano de las personas, es el caso de Dempanadas, empresa familiar de hostelería con tres locales en Valencia. Han pensado que su primera acción este año sea la de colaborar con aquellas familias más desfavorecidas con niños de 0 a 6 años donando a Cáritas un juguete por cada caja de Dempanadas vendida.
Durante la primera ola del COVID-19, ya distribuyeron empanadas calentitas y tartas caseras a los sanitarios en diferentes hospitales.
Dempanadas no lo tuvo nada fácil, el día que anunciaron la pandemia acaban de abrir su tercer local en C/ Don Armando Palacio Valdés, 15, y preparaban su inauguración, fue todo un shock. Esto se sumaba a que su local ubicado en el Barrio de El Carmen (C/Calatrava, 2), veía mermar sus turistas. Pero pronto supieron que debían seguir adelante con todas las medidas, a domicilio, por encargo, para llevar... Han sabido adaptarse y sus clientes lo han agradecido, incluso a raíz de esta crisis han llegado nuevos.
Dempanadas cada día capta más adeptos por su formato totalmente innovador, su especialidad: más de 20 variedades de empanadas caseras, como si de un plato elaborado dentro de una empanada se tratase. Respetan sus recetas más tradicionales como las empanadas Argentina, Chilena, Fugazzeta, Humita… e incorporan nuevas de sus viajes por el mundo y de tendencias veganas y vegetarianas. Además, entre sus mostradores tartas caseras, ensaladas muy completas, zumos naturales… Su paso se convierte en toda una experiencia gastro.
Un ejemplo de cómo a veces las crisis llegan en el peor momento, pero nos hacen también pensar en los demás, parar un momento, analizar la situación, adaptarse a los cambios y seguir adelante, ¡siempre adelanta!