La Casa del Mar: dormir y comer en la antigua lonja de Altea
La remodelación de La Casa del Mar fusiona elementos antiguos con el minimalismo de las siete habitaciones
En 1969 la antigua lonja de pescadores de Altea se convirtió en La Casa del Mar. Actualmente conserva su esencia portuaria: es un hostal y gastrobar donde los alteanos se reúnen para saborear un buen vino y una buena conversación, pero también un lugar de peregrinaje de gentes de todo el mundo en busca de lo auténtico. Los mismos guisos, tapas con sabor a mar y comidas caseras que hacían como nadie los antepasados de los lugareños siguen apareciendo en la carta de este singular establecimiento.
El agradable servicio, una selección de música de todos los continentes, las increíbles vistas que desembocan en el Mediterráneo, su remodelación que fusiona elementos antiguos (la escalera de madera y forja y los suelos hidráulicos) con el minimalismo de las siete habitaciones complementan una de las mejores ofertas hosteleras de la bella localidad alicantina.