Benagéber descubre su pasado a través del Camino del Silencio
La senda recorre las aldeas abandonadas tras la construcción del pantano a mediados del siglo XX
Naturaleza, senderismo e historia. Son algunos de los ingredientes que puedes encontrar en el Camino del Silencio, un proyecto turístico del Ayuntamiento de Benagéber, que ofrecerá un itinerario por las aldeas abandonadas y reubicadas tras la construcción del pantano a mediados del siglo XX. En 1950 desalojaron el viejo pueblo de Benagéber, que hoy duerme bajo el pantano. El Camino del Silencio consta de 16 kilómetros de recorrido y discurre por las principales aldeas de término municipal. Existe una ruta de mayor tamaño, de 30 kilómetros, que enlazará con otras zonas más alejadas, como son El Molino Harinero de la Pardala, que solo se ve cuando el pantano está en niveles bajos, y las casas de Grilluelos. Las dos rutas del Camino del Silencio pueden hacerse a pie o en bicicleta.
El itinerario de menor recorrido comienza por la aldea de Nieva, la única habitada en la actualidad, y continúa por el Barranco de Maliaño que lleva a El Sequer, ahora un albergue. Desde aquí, se sube a la Loma del Betún y, a continuación, se toma la antigua Cañada Real de Castilla para llegar a la Muela y a la Aldea de Villanueva, donde además se puede ver la Ermita y la Fuente de Santa Ana. La siguiente parada es el Charco La Daltay los núcleos de Cortes, en ruinas, y la Fuente de Los Tornajos. Por último, se llega a una zona donde se puede ver una laguna y las ruinas de la Aldea de Tangarinos. El bello itinerario finalizará en Benagéber.