AVA-ASAJA considera la nueva ley del etiquetado de la miel un avance insuficiente contra la crisis apícola - Cultura y Actualidad en HosteleriaenValencia.com
AVA-ASAJA considera la nueva ley del etiquetado de la miel un avance insuficiente contra la crisis apícola
La organización tacha de “engaño inaceptable” que una miel con un 1% de miel española y un 99% de miel china pueda ser etiquetada “Origen: España y China”
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) considera la nueva normativa sobre el etiquetado de la miel, aprobada por el Consejo de Ministros esta semana coincidiendo con el Día Mundial de las Abejas, un “avance insuficiente” para paliar la grave crisis de rentabilidad que atraviesan los apicultores valencianos.
La legislación establece que todas las mieles que hayan sido elaboradas a partir de producciones de distinta procedencia tienen la obligación de indicar en su etiqueta el listado de todos los países de origen donde se haya recolectado. Sin embargo, AVA-ASAJA tacha de “engaño inaceptable” que no haya obligación legal de especificar en esa misma etiqueta el porcentaje de cada país. De ese modo, puede darse la posibilidad de que una miel con un 1% de miel española y un 99% de miel china pueda ser etiquetada como ‘Origen: España y China’.
La organización agraria reprocha al Gobierno que no haya tenido en cuenta la reivindicación histórica del sector apícola de reflejar en la etiqueta el listado de países origen de la miel, ordenados de mayor a menor, junto con el porcentaje de miel de cada país que contiene el envase. Con la finalidad de minimizar el fraude al consumidor, AVA-ASAJA exige además que no pueda figurar el origen de España mientras no alcance al menos el 20% del contenido total del producto final.
“Esperábamos una legislación con más garantías –concluye el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado– porque las importaciones foráneas, sobre todo las procedentes de China, suponen una clara competencia desleal a la miel nacional y resulta fundamental distinguirla en los lineales. Por un lado, las mieles chinas entran a la Unión Europea a unos precios que representan la tercera parte de los costes de producción europeos. Y por otro, de cara al consumidor, su mezcla con la miel española merma la calidad del producto debido a la adición masiva de jarabe de azúcar y a su proceso artificial de deshidratación”.