Los hosteleros aseguran que el problema más grave de Valencia durante los próximos meses no será el del ruido ni de molestias vecinales sino el de miedo, desconfianza y de cierre de fronteras. 

 

    La Coordinadora de la Hostelería de los Barrios de Valencia considera urgente que se defina el contenido y las medidas incluidas en el plan de ayudas  a las pymes hosteleras anunciado por el Ayuntamiento de Valencia y reclaman formar parte de las negociaciones.  Los hosteleros aseguran que estas "deben de  tener un protagonismo fundamental para impulsar la recuperación de la actividad en los bares, restaurantes y locales de ocio de la ciudad de cara a ayudar y planificar la desescalada". Todo, señalan, "en un contexto de una situación cada vez más desesperada para las pymes hosteleras de Valencia, que se ha visto agravada por el aplazamiento de la entrada de la ciudad en la fase 1 de la desescalada".

 

    No obstante, y al respecto, la Coordinadora respalda y apoya la petición del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al Gobierno central, para que analice y  revise la decisión de impedir el paso de Valencia a la fase 1, teniendo en cuenta las dudas que trasmite a la ciudadanía, el hecho de que La Comunidad Valenciana es la quinta  que menos casos de la epidemia tiene por 100.000 habitantes o  que Euskadi y Andalucía, con un mayor número de casos de fallecimientos se hayan incorporado a la fase 1 de la desescalada,  que tantas expectativas generaba entre los bares y restaurantes de Valencia.

    Asimismo, el colectivo de los hosteleros de los barrios de Valencia reclama al Ayuntamiento su  participación  en el proceso negociador para definir el plan de ayudas a las pymes del sector, con el objetivo de aportar el testimonio directo de los principales barrios de Valencia. Aseguran desde el colectivo que su presencia permitiría hacer un análisis detallado de la situación concreta de cada barrio,  en función de su configuración urbanística, la densidad de población y su peso en la  actividad turística y hostelera.

 

    “Asumiendo que nos encontramos ante una situación dramática, que requiere de la adopción de medidas extraordinarias, con una duración limitada en el tiempo y dirigida a salvar el mayor número de empresas y de puestos de trabajo, pedimos altura de miras a todos los que participan en el proceso de diálogo para  la adopción de medidas extraordinarias”. Unas medidas que “puedan implantarse con la mayor urgencia y rapidez y en igualdad de condiciones en todos los barrios de la ciudad,  evitando discriminar  aquellas zonas que reúnen un mayor número de establecimientos y en los que el peso de la hostelería es mayor, y en consonancia la creación de riqueza y de empleo”.