"Se trata de una actuación enormemente estratégica, ya que ahora vamos a entrar en una nueva fase de la pandemia en la que será decisivo tener la capacidad de adelantarse a la aparición de nuevos brotes a través de instrumentos de detección precoz de casos", ha subrayado el president.
"Esta herramienta nos permitirá detectar rastros génicos de virus inactivo tanto en la entrada de las depuradoras como en las alcantarillas; los puntos de muestreo pueden llegar al detalle de barrio o edificio", ha indicado el president, que ha destacado que la importancia de contar con un ámbito de análisis centrado en los departamentos de salud como el que permite esta herramienta, "desarrollada conjuntamente desde hace tres años por los laboratorios de Global Omnium junto al CSIC para la detección de la presencia de virus en aguas residuales".
"Toda esta investigación previa ha hecho posible ahora adaptar el conocimiento adquirido a la lucha contra la COVID-19 y nos permitirá conocer la evolución de la pandemia a través de las aguas residuales", ha agregado Puig, que ha incidido en que la herramienta permitirá obtener información adicional a la que proporcionan las pruebas e instrumentos de análisis con los que ya cuenta la red de vigilancia epidemiológica de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública.
Puig ha subrayado que la iniciativa se desarrolla en una primera fase en la ciudad de València y se extenderá próximamente a las otras dos capitales de provincia con la voluntad de ampliarla progresivamente a toda la Comunitat Valenciana, en función de las prioridades que dicte la Conselleria de Sanidad.
Tal y como exponen las personas responsables de desarrollar esta iniciativa, el SARS es un método validado por el IATA-CSIC que determina cuantitativamente el número de unidades genómicas del virus que provoca la COVID-19 presentes por litro de agua y, por tanto, de establecer la curva de la epidemia tras hacer un muestreo de datos y análisis. Su metodología permitirá anticiparse a algunos de los indicadores al uso y cruzar los datos con otros que recaban las autoridades sanitarias para obtener información adicional sobre la progresión o el retroceso de la pandemia.
De acuerdo con las explicaciones del personal encargado del proyecto, el coronavirus deja un rastro genético (ARN) que se mantiene en el cuerpo de los infectados durante 20 días y es expulsado mediante heces y otros métodos de secreción, con lo que llega a las redes de saneamiento desde el primer día de la infección, aunque la persona sea asintomática. De este modo, el sistema podría detectar focos de contagio antes de que la población afectada empezara a manifestar síntomas que implicaran su ingreso hospitalario.
Por ello, gracias al sistema desarrollado por Global Omnium y verificado por el CSIC, puede monitorizarse la evolución de la pandemia y sectorizar los datos para controlar la progresión de la COVID-19 a distintos niveles.
Según han indicado en la rueda de prensa, Global Omnium dispone de la capacidad para realizar análisis cuantitativos de material genético de SARS-CoV2 en el agua de las redes de saneamiento. Los laboratorios de Global Omnium colaboran desde octubre de 2017 con el CSIC, año en que firmaron un acuerdo para la detección de virus infecciosos en aguas residuales dentro de un programa para la detección de virus infecciosos (NoV GI, NoV GII y HAV) en aguas residuales y regeneradas.
Desde entonces se ha profundizado en la metodología para identificar este tipo de elementos patógenos. Desde el inicio de la pandemia, se ha venido realizando un seguimiento de su evolución y ajustando los datos como material de trabajo con la premisa de colaborar en las investigaciones que se estaban produciendo, método que se ha puesto ahora a disposición de la Generalitat.
GENERALITAT VALENCIANA
Fecha de Publicación: 08/05/2020