El Museo de la Cerámica de l’Alcora inaugura nuevas salas de exposiciones para acoger su colección permanente
Un museo para que disfrutes de la cerámica. Con ese objetivo nació en 1994 el Museo de la Cerámica de l’Alcora, que acaba de inaugurar nuevas salas de exposiciones para acoger la colección permanente del centro. En total, 800 metros cuadrados de exposición y cerca de 1.000 piezas de cerámica distribuidas en tres exposiciones permanentes: Cerámica de l’Alcora (la Real Fábrica del Conde de Aranda y producciones posteriores), Alfarería Popular de l’Alcora y Cerámica Contemporánea.
La vocación del centro es recuperar, exponer y divulgar el basto y valioso patrimonio cerámico de la localidad castellonense. Te sorprenderá la delicadeza de la azulejería del primer tercio del siglo XX aderezada con una rica policromía y motivos historicistas y neoárabes. Las obras se presentan en el contexto de un moderno discurso expositivo para que el visitante conozca los entresijos de los procesos creativos y tecnológicos: grabados y dibujos originales de la Real Fábrica, estarcidos, una plancha metálica para la estampación calcográfica, pinceles, moldes y matrices, secuencias de imágenes sobre los procesos de fabricación, etcétera.
L’Alcora es un municipio que lo tiene todo: se encuentra a 20 kilómetros de la costa y a los pies del macizo del Penyagolosa, techo provincial con sus 1.813 metros de altitud. La localidad es conocida internacionalmente por la cerámica que en el siglo XVIII surgió de los hornos de la Real Fábrica de Loza y Porcelana del Conde de Aranda. Algunas piezas han formado parte de destacadas colecciones privadas y museos de todo el mundo.