Experimentaron con más de cincuenta variedades cultivadas en España, Francia, Italia, Alemania y Australia, hasta encontrar las idóneas
Rutas del Vino sobre elefantes, recorriendo viñedos montados sobre esos paquidermos para continuar con degustaciones de vinos y gastronomía de allí o europea. Anuncio que sorprende a los turistas que acuden a un país fuera de las latitudes idóneas para el cultivo de viñas y donde la cerveza es la bebida habitual.
“Vinos de la Nueva Latitud” que comenzaron cuando Chalerm Yoovidhya creo Siam Winery en 1986.
Hay tres zonas productoras: Valle de Phurna, Khao Yai (300 metros de altitud) y Siam Winwey, esta con sus extravagantes y únicos “floating vineyards (viñedos flotantes)”, en islas separadas por canales de agua que evitan que la uva se seque por el intenso calor. Difunden que en estos viñedos a los 8 meses realizan la primera vendimia, obtienen tres cosechas anuales de uva, replantan las viñas cada tres años, y rotan el cultivo de las tierras con mangos y otros frutos.
Cultivos vinícolas de forma diferente a otras latitudes, ya que deben tener en cuenta la enorme humedad y el generalizado clima tropical solamente suavizado en las zonas montañosas.
Mientras en el resto del Mundo se cultivan viñas entre los paralelos 30 y 50, en Tailandia lo hacen entre los paralelos 14 y 18.
Experimentaron con más de cincuenta variedades cultivadas en España, Francia, Italia, Alemania y Australia, hasta encontrar las idóneas. Procesos agrícolas y de producción vinícola en la que tienen expertos de esos países.
El que bebimos: Spring, 2015 Syrah Cabernet, tinto de 12,5 grados con buen paladar, Gran Monte de Asoke Valley de la zona Khao Yai.
Llevar turistas entre viñedos y por senderos de la selva en la parte norte del país, son las ocupaciones principales de los elefantes tras la prohibición gubernamental de la tala masiva de árboles a partir de 1989. Además de ser los protagonistas en espectáculos para los que han sido amaestrados: mover pequeños troncos, jugar al futbol, pintar acuarelas que luego venden, bailar, ….
La protección de esos paquidermos mejoró grandemente cuando Soraida Salwala dejó su vida acomodada en Bangkok para hacer realidad su sueño fundando en 1993 un hospital para cuidarlos. Iniciativa que estuvo posteriormente complementada con la creación estatal de un Centro para la Conservación de esos animales.
Vinos embotellados que se pueden comprar en las tiendas de los aeropuertos tailandeses, del país de la eterna sonrisa, que esperan recuperarla pronto, tras el paréntesis de la pandemia del coronavirus, ya que las actividades turísticas le aportan el 20% de su PIB y en el escalafón mundial ocupan el cuarto lugar tras Estados Unidos, España y Francia.