Una actitud positiva ayuda a reducir el estrés y, en consecuencia, el hambre emocional
Parte de la población mantiene una relación dañina consigo misma que genera estrés, y conduce a un aumento de peso y pérdida de salud.
El Método de los 4 Elementos es la clave para lograr una alimentación sana y equilibrada de manera integral, abarcando nuestros pensamientos y emociones.
Durante el confinamiento provocado por la epidemia del coronavirus, nos hemos visto obligados a convivir con nosotros mismo más de lo habitual. Para muchos otros no ha sido nada de fácil, puesto que no estamos acostumbrados a escucharnos, escuchar nuestras propias necesidades, nuestros miedos, angustias y carencias.
Todo esto nos puede llevar a sentir ansiedad, una sensación incómoda de la cual buscamos escapar lo más rápidamente posible. Una forma muy común que encontramos, más aún si estamos tantas horas en casa, es a través de la comida.
Gracias a Fran Sabal, autora de Nutrición Emocional, se puede aprender más sobre este hecho y de cómo mejorarlo gracias a su filosofía de nutrición emocional.
La filosofía de nutrición emocional enseña que, mediante una adecuada gestión de nuestros pensamientos y emociones, enviamos señales a nuestro cerebro, las cuales producen una mayor liberación de serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”.
Esta hormona genera una sensación placentera en nuestro cuerpo capaz de reducir nuestra hambre emocional y conseguir que adelgacemos disfrutando de la comida. ¿Cómo? Provocando un estado de relajación que favorece nuestro metabolismo y una correcta digestión y absorción de nutrientes.
Por el contrario, los sentimientos de rechazo, sacrificio y restricción, aumentan nuestros niveles de estrés, desregulando principalmente nuestro sistema nervioso, sistema endocrino y sistema inmune. Estos efectos dan lugar a una ralentización del metabolismo, una mayor acumulación de grasa, aumento del apetito, aumento de peso y ansiedad.
“Existe una relación directa entre nuestros pensamientos, emociones, metabolismo y peso corporal. Muchas veces nos olvidamos que somos un todo, nos vemos como un envase e incluso llegamos a sentir que nuestra valía personal depende de cómo nos vemos, cuando realmente somos mucho más que un cuerpo, una talla o un número en la balanza”, afirma Fran.
La filosofía de nutrición emocional consiste en aprender a mirarnos como un todo, a trabajar en gestionar nuestra ansiedad, desde un punto de vista físico y emocional, y además te enseña una nutrición sencilla, balanceada y ordenada, en la que uno mismo, a través de sus gustos, costumbres y preferencias, puede elegir qué comer. De esta forma se consigue una mayor adherencia a los cambios, ya que se llevarán a cabo desde la libertad de elección y nivel de compromiso, sin obligaciones ni restricciones.
También es muy importante practicar distintas actividades que nos puedan ayudar a mejorar la relación uno mismo, reducir los niveles de estrés y de ansiedad, como por ejemplo:
.-Practicar actividades como mindfulness, relajaciones, meditaciones o yoga. Son actividades donde se fusiona alma, cuerpo y mente. Se trata de conectar con uno mismo en todos los sentidos y fortalecer tanto la parte física como mental.
.-Dedicar tiempo a quererte. Un gesto tan sencillo como mirarte al espejo y dirigirse unas palabras bonitas todos los días, ayudan a fortalecer nuestro amor propio.
.-Buscar actividades que te regalen plenitud. Hay que aprovechar esta situación para dedicarle tiempo a las cosas que siempre se han querido hacer. Esa sensación tan placentera de felicidad y motivación sirven como motor para recordar lo que uno vale y es capaz de hacer.
Escuela de Nutrición Emocional Teléfono: (+34) 639 862 530