Biofach es un encuentro internacional de empresas del sector ecológico que se celebra anualmente en Núremberg. Este año participan unos 3500 exhibidores y se esperan más de 50000 visitantes profesionales del sector. Chufas Bou participa un año más junto a la Comunidad Valenciana, en el pabellón 5 stand 271-14. 

 

    En esta edición, Chufas Bou ha tenido la oportunidad de presentar dos de sus productos. El helado de chufa de Valencia ecológico, elaborado con base de horchata natural y las galletas de chufa ecológicas, con tan solo cinco ingredientes, que consiguen su sabor dulce sin azúcar añadido, gracias al dulzor característico de la harina de chufa. 

    La chufa de Valencia ecológica es un tubérculo comestible que cada vez más se está dando a conocer por sus propiedades nutritivas y por los beneficios que aporta a la salud. Es un alimento libre de alérgenos, con alto contenido en fibra. Aporta minerales como el potasio, fósforo, calcio, magnesio, sodio, hierro y cinc y vitaminas E, C y ácido fólico.

 

    El objetivo de Chufas Bou es romper con la idea de que la Chufa de Valencia es únicamente la materia prima para elaborar horchata, sino que es un alimento muy versátil que se adapta a todas las dietas e intolerancias. La chufa se puede comer como si de un fruto seco se tratase, la horchata es una de las bebidas vegetales más completa y con harina de chufa se puede elaborar todo tipo de recetas.

     Chufas Bou es una empresa familiar que lleva desde 1946 dedicándose al cultivo de la chufa de Valencia en sus campos de Alboraya. En 2013 abrió L’Obrador de Bou, la primera horchatería ecológica certificada de la Comunidad Valenciana, en la que elaboran de forma artesana todos los productos con su materia prima estrella, la chufa de Valencia ecológica. 

    La mejor calidad de la chufa de Valencia ecológica la consiguen gracias al esfuerzo y al minucioso cuidado proceso de curado de la chufa, que tras su recolección y lavado, pasa por un proceso de secado de la chufa de entre cuatro y seis meses, donde son aireadas y volteadas diariamente en sus “cambras” de secado de interior más grandes del sector. Gracias a este proceso pierden de forma paulatina su humedad y adquieren ese dulce sabor que caracteriza a la chufa Bou.