El 14 de enero Reale Seguros Madrid Fusión 2020, en su XVIII edición, acogerá la final del II Desafío Pan Ibérico Carrasco, con el que se busca el pan ideal que realce como ningún otro los matices del jamón ibérico de Carrasco. 

    La familia Carrasco, que este año está de aniversario, lleva 125 años dando a conocer el apasionante mundo del ibérico y persiguiendo un sueño que ha marcado su trayectoria: crear un jamón ibérico de bellota único. 

 

 

    Galardonado por la Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana con el premio al Panadero 2015 y con el primer premio, tres años consecutivos, a Panadería Tradicional en el Gremio de Panaderos de Valencia y la Miga de Oro de la Comunidad Valenciana, Horno San Bartolomé presentará en el desafío un producto fiel a la tradición de varias generaciones: artesanal, de masa madre y fermentación muy larga. 

 

    Jesús competirá contra otros 5 finalistas más: Anna Bellsolà de la panadería Baluard en Barcelona; Joaquín Marcos que capitanea la Panadería Arapiles en Salamanca; Roberto Fernández de la panadería Crosta Ogitegia en Zalla, Vizcaya; Antonio Garrido de la panadería Panem en Madrid y Nuria Escarpe y Silene Carvalho Da Rocha de la panadería Amasa en Majadahonda, Madrid. Especialistas que entienden tanto de pan como la familia Carrasco lo hace de jamón. 

    Todos ellos tendrán que presentar una receta original del pan perfecto para saborear con el jamón ibérico de bellota Carrasco en este nuevo desafío, una maravillosa ocasión para poder presenciar la combinación perfecta entre pan y jamón, y así lograr un maridaje único ante un nuevo jurado en Reale Seguros Madrid Fusión 2020.

 

    Como novedad, en esta segunda edición, los participantes podrán perfeccionar ese maridaje gracias a los datos obtenidos del estudio “La calidad del jamón ibérico se puede predecir”, elaborado por la Universidad de Salamanca en colaboración con la Junta de Castilla y León y con Carrasco Ibéricos, que presenta un sofisticado panel de cata con un sistema de evaluación del jamón con base en 28 parámetros sensoriales objetivos basados en el aspecto (veteado, color…), olor (intensidad, curado…), sabor (dulce, retrogusto…), textura (jugosidad, dureza…) que se valoran del 0 al 9 dependiendo de su intensidad.

    En su segunda edición, el II Desafío Carrasco busca encontrar nuevas fórmulas y propuestas con las que descubrir nuevas formas de disfrutar de su producto estrella.

    Si hay un aspecto que diferencie a los jamones Carrasco es su intenso sabor, su ligero toque ‘dulzón’ con notas tostadas y el bajo punto de sal, lo que convierte a cada bocado en un sabor envolvente y jugoso que no satura, y cuya textura se deshace lentamente en el paladar. Cualidades, todas ellas, que dan sentido a su premisa “Del bueno” no es un tipo de jamón”. Un producto excelente que se logra gracias a factores clave como son su propia raza de cerdo ibérico, raza Carrasco, criado en libertad en la dehesa extremeña y alimentado con bellotas. Así como el cuidado proceso de curación en los secaderos de Guijuelo (Salamanca), donde recibe vientos fríos y secos en invierno y calurosos en verano procedentes de la Sierra de Gredos y Béjar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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37770 Guijuelo, Salamanca (España)
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Horno San Bartolomé
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