El margen solidario de este servicio ha permitido acciones como esta comida navideña o el reparto de juguetes para niños con familias en situación de vulnerabilidad, no solo generando empleo para personas con discapacidad intelectual, sino demostrando además que las persona con discapacidad también pueden contribuir a ayudar a otros colectivos.
FUNDACIÓN JUAN XXIII RONCALLI, entidad que lleva más de 50 años trabajando por la inclusión social y laboral de personas con discapacidad intelectual y/o enfermedad mental, ha repartido este fin de semana más de 130 comidas para personas refugiadas y/o en situación de vulnerabilidad en uno de los centros de Cruz Roja en Madrid.
Esta acción ha sido posible gracias al margen solidario del servicio de Cestas de Navidad que la Fundación ofrece a empresas cada año. Un servicio que permite facturar cada periodo alrededor de 4 millones de euros y que hace posible realizar acciones de este tipo a lo largo de todo el año, destinadas a personas en riesgo de exclusión social. A esta acción, que no es la única prevista con Cruz Roja para este 2020, se ha sumado en estas fiestas navideñas una entrega de juguetes de la mano de la empresa Kairos que han sido repartidos a familias en riesgo de exclusión atendidas por Cruz Roja para que todos los niños puedan tener un regalo esta Navidad.