Este año se prevé que el número de estrellas fugaces sea de casi 600 por hora, cinco veces más de lo normal
La próxima semana las Perseidas resplandecerán en el cielo como todos los años por estas fechas. En su viaje por alrededor del Sol, nuestro planeta se cruzará con la órbita del cometa Swift – Tuttle e interceptará miles de fragmentos que el astro dejará a su paso por el sistema solar. Dado que es la constelación de Perseo el lugar aparentemente de procedencia de este material cósmico, el fenómeno se conoce como Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo, debido a que todos los años ocurre aproximadamente cuando se celebra la onomástica de este santo, el 10 de agosto. Está previsto que en Europa sean más visibles durante la noche del 11 al 12, concretamente de 2.00 a 4.00 horas de la madrugada.
El cometa que nos brindará este inusitado espectáculo tiene 10 kilómetros de diámetro y tarda 133 años en dar la vuelta al Sol, orbitando a una velocidad de 60 km/s, que equivale a atravesar la Península Ibérica en veinte segundos. Estas partículas cuando colisionan en la atmósfera se calientan hasta los 5.000 grados y emiten un destello de luz, originando estrellas fugaces. Las partículas más grandes, comparables al tamaño de un guisante, se convierten en estrellas fugaces mucho más brillantes, aunque la mayoría no superan el tamaño de un grano de arena.
Esta vez la lluvia de estrellas será cinco veces más intensa y van a poderse registrar hasta 580 estrellas fugaces a la hora, según el Informe Kacobs Essa de la NASA, cuando lo normal son en torno a 100. Sin embargo, la visibilidad quedará interferida por una Luna desafortunadamente luminosa, que estará en fase de cuarto creciente.
Para disfrutar satisfactoriamente del fenómeno, se recomienda ir a un lugar alejado de cualquier núcleo urbano, que esté despejado de obstáculos en el horizonte y que sea lo más oscuro posible. Los exploradores y amantes de la nocturnidad, también tendrán oportunidad para acampar y observar estrellas durante toda la noche, recostados en una silla reclinada, preparados con un refresco y buena compañía.