Próximamente BioCultura Valencia 27 al 29 Septiembre 2019
La moda ética se expande a pasos agigantados. La alarma social ha llegado a las grandes marcas de fast fashion. Estas se han sumado al carro de las tendencias de consumo actual con líneas que juegan a ser éticas: H&M, con su espacio de moda sostenible; u Oysho, con su colección cool y orgánica de bañadores hechos con plástico reciclado. Pero hace años que pequeños grupos de artesanos se preocupan por el medio ambiente y crean prendas de moda responsable.
La moda es la segunda industria más contaminante del mundo y emplea a uno de cada seis trabajadores del planeta, muchas veces con sueldos precarios. En 2013, la tragedia de Bangladesh mostró en todos los televisores la realidad de las etiquetas “Made in Bangladesh” y los talleres textiles de la miseria: condiciones de trabajo precarias y sueldos infames. Desde 1981 la Asociación Vida Sana, organizadora de la feria BioCultura, ha defendido un comercio justo, sostenible y ecológico. Por eso, se creó el espacio Planeta Moda para dar voz a todas aquellas pequeñas marcas de diseño ético que luchan y promueven un cambio hacia un consumo responsable y ecológico.
El crecimiento de la moda sostenible se traduce en un aumento significativo de expositores participantes en la feria. Antes los estands dedicados al mundo estético ocupaban una parte residual en el evento, pero este 2019 se prevé que aproximadamente unas 125 empresas expongan entre las BioCultura Sevilla, Barcelona, Valencia y Madrid. Además, no solo la moda consciente está en auge. También la cosmética econatural se ha abierto camino en estos meetings ecológicos anuales. Se pueden encontrar desde grandes laboratorios de cosmética “bio” como Terpenic Labs a pequeños artesanos del sector de la belleza natural.
En la próxima edición de BioCultura Valencia, del 27 al 29 de septiembre, destacarán las prendas confeccionadas con algodón orgánico y tintes naturales como las de Zacatúa, una marca orgánica y artesanal que viste a bebés y mamás. Además, se presentará el proyecto de Cotó Roig, una empresa familiar que vive todo el proceso de la producción textil: empiezan con el cultivo del algodón en Andalucía y terminan hilando y confeccionando sus diseños en Catalunya. Hay otras marcas con propuestas pioneras como SOS Moda Sostenible, con una amplia colección de zapatos, SKFK, Lalita o Nuri del Río, con joyas que parecen arte.
Muchas empresas escogen formar parte de BioCultura para reafirmar la calidad de sus productos y que el público valore que son ecológicos. La elevada demanda de marcas justas con el medio ambiente y el ser humano ha desencadenado un aumento de oportunistas que venden artículos muy alejados de esta realidad. Por ejemplo, han nacido “falsos sellos de calidad” ecológicos en los mercados que no están aún regulados legalmente, como es el caso de la cosmética. Desde la Asociación Vida Sana se ha creado un sistema de certificación BioVidaSana/bio,Inspecta, para ofrecer luz en este sector: “Nos aseguramos que no den gato por liebre al consumidor”, explica Montse Escutia, la secretaria general de la Asociación Vida Sana, organizadora de BioCultura.