Durante las últimas semanas se han recrudecido con enorme virulencia los ataques de mosca negra y mosquito tigre -especialmente en las zonas agrarias de la comarca de la Ribera- y lo han hecho hasta el punto de que el problema ha adquirido las dimensiones de una plaga que está ocasionando verdaderos estragos en la salud de los agricultores que intentan trabajar en sus explotaciones, al tiempo que está empezando a provocar también pérdidas económicas puesto que tareas propias del campo, como la recolección, la poda o el riego, no pueden llevarse a cabo porque aquellos que lo intentan se ven obligados a desistir debido a los innumerables picaduras que reciben de los insesctos. Sin ir más lejos, la semana pasada ocho collidors que trabajaban en Alcàntera del Xúquer acabaron en urgencias por este motivo.