Desde 2015, la Comisión Europea anda tras la pista de las mieles adulteradas. Ahora, Europa estudia prohibir un edulcorante elaborado con mieles de origen chino por su contenido en grayanotoxina, el componente tóxico de las llamadas “mieles locas”. En dosis altas afecta al sistema nervioso central y produce confusión, agitación, delirio y amnesia. También puede causar un síndrome colinérgico cuyos efectos, muy parecidos a los que produce la ingesta de la seta matamoscas Amanita muscaria, son bien conocidos desde hace miles de años.