La dieta mediterránea es característica por ser el patrón alimentario principal en los países que colindan con el mar Mediterráneo. Complementada con una correcta práctica de deporte y el clima propio de estas zonas, posee múltiples beneficios para la salud. La guinda, a parte, la ponen los productos específicos de temporada y las formas tradicionales de cocinar en esta zona. El motivo de que esta dieta sea propia de estos países viene precisamente relacionado con el clima, condicionante indispensable para producir una serie de alimentos clave.