Imaginad una ciudad donde se pueda ir a pie o en bicicleta a un parque natural en apenas unos minutos. Una ciudad en la que su centro urbano se una, de forma casi inmediata, con espacios donde la naturaleza sigue viva. Una ciudad desde donde adentrarnos, sin apenas tocar asfalto, al corazón de lugares privilegiados donde la paz, el mar y el silencio se funden entre dunas, bosques y lagos.