El chef de Aticcook colabora de esta forma en la promoción de Valencia como Ciudad de la Seda.

    El cocinero dianense inauguró recientemente el escenario principal de la II edición del D*NA Festival Gastronòmic de Dénia.

    El chef del restaurante Aticcook, Bruno Ruiz, participará en la próxima edición de Gastrónoma 2018, que se celebra del 11 al 13 de noviembre en Feria de Valencia. Concretamente, Bruno Ruiz representará a Dénia en la actividad Ruta de la Seda, un proyecto con el que la Agencia Valenciana de Turismo da un paso más en la promoción de Valencia como Ciudad de la Seda.

 

    Bruno Ruiz, ganador del último Concurso Internacional de Cocina Creativa de la Gamba Roja de Dénia, es el chef y propietario de Aticcook, un concepto único y diferente, ubicado en el ático del showroom del interiorista Pepe Cabrera, que integra cocina y sala en un espacio común, donde se produce una conexión especial entre cocinero y comensal.  

    El chef prepara los platos delante del cliente, comentando los productos y explicando el proceso de elaboración, fomentando la transparencia y logrando una experiencia gastronómica que promueve un ambiente cercano y acogedor.

    La cocina de Bruno Ruiz, encargado de inaugurar recientemente el escenario principal de la II edición del D*NA Festival Gastronòmic de Dénia, busca transmitir un sello personal, conociendo las cualidades de cada producto para sacar su máximo potencial, aunando tradición, técnica e innovación sin poner barreras a las distintas culturas.

    Eso es precisamente lo que veremos en Gastrónoma 2018, donde el chef dianense compartirá, a través de la actividad Ruta de la Seda, su experiencia con cocineros procedentes de las ciudades Shunde y Macao (China), Östersund (Suecia), Tsuruoka (Japón), Hatay (Turquía) y Jeonju (Korea). 

Una vez más, Bruno Ruiz será embajador gastronómico de Dénia, como lo fue hace unos días en la I Mostra de Turisme de la Comunitat Valenciana, donde deleitó a los asistentes con un carpaccio de alcachofas con ensalada de brotes tiernos, capellán a la llama y aceituna negra y croquetas de arroz negro de chipirones y gambas; ó hace  unos meses en el macrofestival gastronómico de la ciudad italiana de Parma, donde sorprendió con su “Gamba bajo cero”.

    El espíritu aventurero y un carácter inquieto conviven en Bruno Ruiz con la seriedad y la disciplina de un profesional apasionado por su oficio. Su vocación estaba predestinada y se nutrió de las vivencias y sabores disfrutados con los suyos, en el horno de los abuelos y trasteando entre fogones mientras su padre cocinaba.

   Estudió en Dénia y enriqueció su formación al lado de grandes maestros. Trabajar en el Celler de Can Roca revolucionó por completo su manera de entender la cocina y le impulsó a seguir viajando en busca de nuevas experiencias. En San Sebastián fue discípulo de Martín Berasategui y de Pedro Subijana, con los que tuvo la oportunidad de introducirse en la filosofía y las técnicas de cocina del más alto nivel.

    Su trayectoria desde entonces se ha desarrollado de la mano de proyectos en sintonía con su estilo de cocina y así concibe su llegada a Aticcook, un escenario único para mostrar esa identidad tan particular, ligada a la producción local sin desestimar alimentos lejanos, siempre con el cariño y sensibilidad que caracteriza a Bruno Ruiz.