1. En un bol echamos todos los ingredientes y removemos con la ayuda de una batidora de mano hasta obtener una textura intermedia, entre líquido y espeso. Cuando hayamos obtenido este punto de la masa, dejamos reposar durante unos 15 minutos, aproximadamente.
2. Calentamos una sartén con un poco de aceite o mantequilla. Echamos en el centro de la sartén un poco de la masa, extendemos por la sartén, y esperamos a que tome un color dorado.
3. Cuando empiecen a salir burbujas, es el momento de darle la vuelta a la tortita. Podemos ayudarnos con la ayuda de una pala de cocina. Repetimos el proceso hasta que nos quedemos sin masa.