La mascletà del 15 de marzo era una especial no solo porque formalmente iniciaban las Fallas, sino porque en la Plaza de Ayuntamiento disparaba la empresa Ricasa, la pirotecnia en la que trabajaba el pirotécnico fallecido a principios de esta semana. Por esta razón, en su honor no hubo música en el Ayuntamiento antes del espectáculo y se le rindió un minuto de silencio.