1. Disolvemos la levadura fresca en la leche templada. Tapamos y dejamos reposar durante 20 minutos.
2. En un bol, mezclamos los huevos, el azúcar, las ralladuras, el anís y el aceite. A continuación agregamos la leche con levadura y mezclamos de nuevo.
3. Añadimos la harina, poco a poco y amasamos hasta que tengamos una masa lisa y elástica.
4. Guardamos en un bol, tapamos y dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño y amasamos ligeramente.
5. Dividimos la masa en dos porciones del mismo tamaño y boleamos y colocamos sobre la bandeja de horno. Cubrimos y dejamos reposar de nuevo hasta que aumenten.
6. Precalentamos el horno a 180º y pintamos con huevo batido y espolvoreamos con abundante azúcar. Horneamos unos 18-20 minutos, hasta que estén bien dorados.
7. Retiramos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.