El espectáculo pirotécnico utilizó la pólvora como tinta para escribir, por primera vez directamente sobre el cielo, el mensaje ‘totes les falles son especials’. Un reconocimiento a las casi 400 comisiones falleras valencianas. Y dibujó La Senyera valenciana sobre el firmamento, en homenaje a la ciudad.
Máxima expectación para el doble terremoto vertical anunciado. Cuatro grúas sujetaban dos plataformas distantes, en las que las explosiones escalaban hacia el cielo. Para sorpresa de los asistentes, ambas se contactaron por un tercer terremoto, esta vez horizontal.
Durante todo el día, miles de valencianos visitaron esta zona de la ciudad, participando de las propuestas culinarias y musicales programadas en el Veles e Vents, que se convirtió en un balcón de excepción para ver el espectáculo pirotécnico.