Azúcar blanca Limón troceado Lima troceada Mango troceado Hojas de Hierba Buena Limón exprimido Ron Bacardi blanco Hielo picado Soda Sirope de mango.

    Cuentan que a finales del siglo XVI, el afamado corsario inglés Sir Francis Drake preparó la primera versión con aguardiente (ron crudo sin envejecer), azúcar, lima, menta y otras hierbas.

    El aguardiente aportaba calor, el agua diluía el alcohol, la lima combatía el escorbuto (deficiencia de vitamina C, enfermedad típica de los marineros), la menta y las hierbas refrescaban, y el azúcar permitía digerir esa mezcla.     En 1860, la producción de ron ya era mucho más refinada y se añejaba, lo que daba un ron de mejor calidad. Éste sustituyó al Aguardiente, y la bebida que se conocía como Draquecito se rebautizó como Mojito.

    Su popularidad se debe a Ernest Hemingway quien lo bebía diariamente en La Bodeguita del Medio de Cuba, donde se empezó a comercializar.

    El Mojito original lleva piedras de hielo enteras y un poco de azúcar blanca, pero su comercialización le han hecho derivar a hielo picado con azúcar moreno que le da mejor sabor. Hoy en día podemos degustar un mojito de una gran variedad de sabores en casi todas las ciudades del mundo.

Preparación del mojito:
    Añadir en un vaso ancho tres/cuatro trozos de lima, tres/cuatro hojas de hierba buena o menta, azúcar moreno y/o blanca y opcionalmente se puede añadir un par de trozos de limón y/o un poco de zumo de limón para sacarle más jugo.

    Machacar la mezcla con un palo de mortero hasta que quede una especie de pasta. Añadir unos 6 cl de ron blanco y remover bien. Añadir hielo picado hasta arriba, echar soda de sifón hasta el borde del vaso y volver a remover energéticamente para que quede bien mezclado.


    Judith V. del Val