Por segundo año consecutivo las Rocas del Corpus saldrán a la calle con ornamentación floral tradicional para respetar el significado y la historia de cada una de ellas. Además, la Roca Diablera, que fue restaurada íntegramente el año pasado, estrenará este tipo de ornamentación, con flor seca procedente de Llíria, de color negro, como símbolo de la falta de luz, del maligno enemigo, de duelo y de la condena eterna.
“Con los cambios recuperamos simbolismos tradicionales asociados a las Rocas del Corpus para poner en valor el patrimonio inmaterial de la Festa Grossa y divulgar su rica cultura festiva”, ha explicado el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset. “Los colores blanco y negro utilizados habitualmente para adornar las Rocas del Corpus rompían con la coherencia de otros elementos importantes del desfile, por eso hemos querido devolver a estos elementos de la fiesta tan importantes los colores originales que representan de forma fiel lo que evocan las Rocas”, ha afirmado.