La Casa Viva es una experiencia espiritual. Es una casa del año 1880 rehabilitada con una arquitectura típica de casa de labradores. En el edificio se han preservado los elementos originales y el encanto natural de la antigua casa. Aunque todas las intervenciones se han llevado a cabo con criterios de bioconstrucción y feng-shui. El mobiliario, tejidos y colores son naturales. Los pavimentos son de barro, yeso, madera e hidráulicos.