El vidrio, el ejemplo perfecto de sostenibilidad y economía circular
El reciclaje de este material es infinito y clave en la lucha contra el cambio climático, ya que ahorra energía y evita la emisión de CO₂ a la atmósfera
• Se debe diferenciar con el cristal, que es más transparente y tiene mayor sonoridad y refracción de la luz
• València cuenta con 2.820 contenedores en la actualidad para la recogida de vidrio, que al año supera las 16.000 toneladas, aproximadamente
A diferencia de lo que sucede con otros residuos, el vidrio es un material que puede reciclarse íntegramente, es decir, al 100 %. Su cadena de reciclaje es un círculo en el que los envases vuelven a la vida infinitas veces. Se trata del ejemplo perfecto de sostenibilidad y economía circular.
Desde el Servicio de Limpieza y Recogida de Residuos se indica que el proceso del reciclado del vidrio se inicia con su recogida a través de la instalación de los contenedores verdes más conocidos como iglús. En València ciudad hay 2.820 contenedores en la actualidad en los que se recogen más de 16.0000 toneladas de vidrio al año, aproximadamente.
Así, los envases llegan a las plantas de tratamiento donde se eliminan impurezas como restos de metal o plástico y se retira la cerámica, la porcelana o el cristal de platos, copas o vasos. Estos tres elementos nunca deben reciclarse junto al vidrio debido a su diferente composición.
El vidrio se tritura y se separa por colores con máquinas y, finalmente, se obtiene cristal triturado o calcín, la materia prima que ayudará a dar vida de nuevo al cristal y con la que trabaja Ecovidrio, la entidad sin ánimo de lucro encargada del reciclaje de envases de vidrio en España.
Según se explica desde Ecovidrio, el calcín se traslada a las fábricas de envases donde se funde en hornos a altas temperaturas y se moldea para fabricar nuevos envases sin perder ni calidad ni sus propiedades originales. Posteriormente, las empresas adquieren estos nuevos envases para el proceso de envasado e incluyen en su etiqueta el punto verde que significa que cumplen con la ley de financiar el reciclado del envase. El producto terminado llega a comercios, restaurantes y hogares, pero la cadena de reciclaje de vidrio no termina aquí, ya que una vez depositado de nuevo el envase en el contenedor el proceso vuelve a empezar y puede repetirse infinitas veces.
Beneficios medioambientales
El concejal de Limpieza y Recogida de Residuos, Carlos Mundina, ha indicado que “reciclar vidrio es un elemento clave en la lucha contra el cambio climático. Al usar calcín en la fabricación de nuevos envases se evita la extracción de materias primas de la naturaleza, la erosión del suelo y la deforestación de nuestro entorno. Además, se minimiza la emisión de CO₂ en el proceso de fabricación y se ahorra energía. En síntesis, el reciclaje del vidrio es luchar contra el cambio climático”.
El reciclaje de envases de vidrio es un elemento fundamental para contribuir al desarrollo sostenible, fomentar la transición hacia la economía circular y luchar contra el cambio climático. Asimismo, el reciclaje de envases de vidrio es una actividad, apoya el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible e impedimos que crezcan los vertederos.
Diferencia entre vidrio y cristal y su correcto reciclaje
Puede que a simple vista parezcan similares, pero en realidad hay diferencias fundamentales que los distinguen. Para empezar tienen una composición diferente. Mientras el vidrio se produce mediante la fusión de arena y otros materiales a altas temperaturas, consiguiendo un material amorfo y un tanto rugoso, con ligeras imperfecciones y que distorsiona la luz. En cambio, el cristal es una forma de vidrio especial que contiene óxido de plomo, lo que le hace más transparente y tiene mayor refracción de la luz y mayor sonoridad.
Por lo tanto, podríamos decir que el vidrio es duro, difícil de rayar y cortar, pero frágil al choque, y el cristal tiende a romperse en fragmentos más grandes y menos afilados que el vidrio regular.
El envase de vidrio está considerado como el más sostenible porque es un formato reciclable y retornable. Sin embargo, el cristal no puede reciclarse. El óxido de plomo que contiene necesita una temperatura de fundición mayor que el vidrio, por lo que no se puede fundir en los mismos hornos.
Algo que sorprende a la mayoría de las personas es descubrir que casi todos los vasos que usamos, aunque los llamamos “vasos de cristal”, en realidad están hechos de vidrio, así como la mayoría de las vajillas. Pero por si no lo fueran, es importante remarcar que separar bien y depositar en el contenedor verde solo los envases de vidrio es la única forma de reciclar correctamente.
Por ello, solo deberemos depositar en el contenedor de vidrio, sin tapa ni tapones, las botellas de vidrio, los frascos de cosmética (colonia, perfume, cremas) y los tarros de alimentos (botes de legumbres, de tomate frito). Y materiales como la cerámica, la porcelana, los vasos y copas de cristal, las bombillas, el cristal plano (ventanas), los espejos y las vitrocerámicas se deben llevar a un punto limpio o ecoparque.