No necesitas ser un experto en la cocina, son muy fáciles de preparar y el resultado te sorprenderá gratamente
Croquetas de queso y calabacín: ¡Un sabor irresistible en menos de 20 minutos!
¿Amante de las croquetas? ¡Entonces prepárate para una explosión de sabor con esta receta de croquetas de queso y calabacín! Listas en menos de 20 minutos, estas croquetas te conquistarán con su irresistible textura crujiente y su delicioso relleno cremoso.
No necesitas ser un chef experimentado para disfrutar de estas deliciosas croquetas. Son fáciles de preparar incluso para aquellos con poca experiencia en la cocina.
¡Anímate a sorprender a tus comensales! Te garantizamos que estas croquetas se convertirán en un nuevo favorito en tu recetario.
Ingredientes (para 4 personas)
- 1 calabacín mediano
- 1 diente de ajo
- 40 g de mantequilla
- 40 g de harina
- 200 ml de leche caliente
- 150 g de queso Gruyère cortado en daditos
- Hojas frescas de albahaca
- Pimienta negra al gusto
- Sal al gusto
- 1 huevo batido
- 100 g de pan rallado
- Aceite de oliva para freír
Preparación:
1º Lava el calabacín, retira la punta y pícalo en cubos pequeños. Puedes usar una picadora manual o un cuchillo afilado.
2º Pela el ajo y pícalo finamente con un pelador de ajo o un cuchillo afilado.
3º En una sartén a fuego medio, derrite la mantequilla. Agrega el calabacín picado y el ajo picado, y sofríe durante 2-3 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el calabacín esté ligeramente ablandado.
4º Agrega la harina a la sartén y revuelve hasta que se integre con la mantequilla y las verduras. Cocina durante 1 minuto, removiendo constantemente, hasta que la harina se dore ligeramente.
5º Retira la sartén del fuego y vierte gradualmente la leche caliente, sin dejar de remover con un batidor o una cuchara de madera. Asegúrate de que no se formen grumos.
6º Vuelve a colocar la sartén a fuego medio y cocina la bechamel durante 5-7 minutos, removiendo constantemente, hasta que espese y se vuelva suave y cremosa.
7º Retira la sartén del fuego y añade el queso Gruyère cortado en daditos, las hojas de albahaca picadas, la pimienta negra y la sal al gusto. Mezcla bien hasta que el queso se derrita y se integre con la bechamel.
8º Pasa la bechamel a una fuente o un recipiente ancho y deja que enfríe un poco. Puedes cubrir la superficie con papel film para evitar que se forme una costra.
9º Una vez que la bechamel esté fría al tacto, utiliza las manos húmedas para formar las croquetas. Toma porciones del tamaño de una nuez y dale forma redonda, presionando ligeramente para compactar la masa.
10º Prepara tres platos: uno con harina, otro con huevo batido y otro con pan rallado.** Pasa cada croqueta primero por la harina, luego por el huevo batido y finalmente por el pan rallado, asegurándote de que estén bien cubiertas por todos lados.
11º Calienta abundante aceite de oliva en una sartén profunda a fuego medio-alto. La temperatura ideal del aceite es de alrededor de 175°C.
12º Fríe las croquetas en tandas hasta que estén doradas por todos lados, aproximadamente 2-3 minutos por tanda.
13º Escurre las croquetas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
14º Sirve las croquetas calientes y disfruta de su irresistible sabor.
¡No te resistas a la tentación! Estas croquetas de queso y calabacín son una explosión de sabor en cada bocado. Su textura crujiente por fuera y su relleno cremoso por dentro te conquistarán desde el primer momento.