Ibiza ya se encuentra a pleno rendimiento para recibir a los amantes del disfrute más hedonista; los visitantes caen rendidos ante el encanto natural, la historia y la amplia oferta culinaria y de ocio de la isla más famosa y bella del Mediterráneo. Epicentro del lujo, del glamour y de la jet set mundial, una de las paradas gastronómicas ineludibles en Ibiza es Lado, el restaurante del empresario italiano Jordan Rocca. Este espacio ofrece una experiencia gastronómica de alto nivel en uno de los enclaves más idílicos y exclusivos de la isla, Marina Botafoch —uno de sus dos puertos marítimos y punto de encuentro de la élite social—. El restaurante da la bienvenida a la temporada 2024 de la mano de los chefs Paco Budia y Marc Quesada, ambos discípulos de Martín Berasategui, que se incorporan al equipo para liderar los fogones; orquestan una propuesta marcada por la tradición culinaria y los sabores de la cocina española. Un espacio donde se unen el ambiente más cosmopolita con el espíritu boho-chic y el glamour, señas de identidad de la isla.

    Con una atmósfera mágica, desde primera hora de la tarde y hasta la madrugada, en Lado se pueden vivir atardeceres inolvidables con vistas al castillo ibicenco y disfrutar de una noche idílica con el skyline de Dalt Vila como testigo. Vinculada al lujo y al disfrute, la ciudad tiene con este coqueto restaurante un espacio donde disfrutar de excelente gastronomía y buena música en un ambiente animado, acogedor y exclusivo. Jordan Rocca, una de las figuras más influyentes de las relaciones públicas y del ocio nocturno de alto nivel en todo el mundo, refuerza su apuesta por la gastronomía con este proyecto. Rocca, junto con sus socios Alessio Matrone y Giovanni Serra, está al frente de este establecimiento. La cúpula directiva de Lado la completa Tony D’Agostino como general manager, quien cuenta con más de 15 años de experiencia al frente de los locales más punteros del mundo. 

    AUTENTICIDAD Y EXCLUSIVIDAD

 

    Lado presenta una oferta culinaria que acerca la gastronomía española a través de platos tradicionales y sencillos con un toque moderno y una materia prima local de alta calidad. Budia y Quesada cuentan con una formación basada en la cocina tradicional y el respeto por los productos locales, así como en la armonía con nuevos sabores para sorprender a los comensales. Un estilo culinario que se refleja a la perfección en la carta del restaurante, protagonizada por esa cocina española y los sabores auténticos de siempre, pero con un giro actual. Una vez sentado en la mesa, el comensal vivirá un viaje gastronómico inolvidable en el corazón de la Isla Blanca.

    La carta del restaurante, diseñada para compartir, tiene un apartado de entrantes, entre los que destacan el pan brioche frito con atún rojo y caviar; la anchoa Cantábrico ‘00’ Casa Santoña; el jamón 100 % ibérico D.O. Los Pedroches; las croquetas —de jamón o de espinacas y queso con alioli de pera asada— o el caviar del Tíbet acompañado de blinis. Lado también cuenta con un apartado de crudos; gamba roja acompañada de crema fría de almendras con tartar de remolacha en texturas, tataki de hamachi en salsa ponzu—con espinacas salteadas y salicornia—, steak tartar clásico —sobre pan brioche tostado con emulsión de cebollino y yuzu— o láminas de ternera, nube de parmesano y encurtidos son algunas de las recetas. Las ensaladas en diferentes versiones también forman de esta carta, como la de tomate ibicenco con atún rojo y piparras vascas o la de burrata con calabaza a la brasa, rúcula y pesto de sweet chili. Los principales están protagonizados por elaboraciones sublimes: muslo de pollo payes deshuesado —relleno de duxelle de champiñones, zanahoria a la brasa y cremoso thai—, solomillo de ternera —acompañado de boniato, clorofila de pack-choi y salsa de ibéricos—, merluza en salsa verde con almejas, bacalao ‘El Barquero’ —con crema acidulada con caviar y crujiente de kale— y tarantelo de atún rojo—sobre un falso risotto de calabacín—. Del Josper también salen carnes y pescados que varían según la disponibilidad del mercado. Asimismo, todos los platos se pueden acompañar de distintas guarniciones, como puré de patatas, patatas fritas, pimientos del piquillo, flor de alcachofa, boniato a la brasa o ensalada fresca. Como postre, el comensal puede disfrutar de la tarta de queso, del suflé de chocolate 70 % con helado de vainilla, del hojaldre de manzana con chantilly de armagnac y helado de flor de azahar o del limón, té matcha y pistacho. La bodega, compuesta por potentes referencias internacionales, ejerce de compañera perfecta de la carta de comida. El colofón a la experiencia gastro viene de la mano de los cócteles.