La gastronomía toma el protagonismo que se merece en Marina Restaurante: una oferta de nivel acorde a la ubicación excepcional, en la playa de Las Arenas y con un aforo para 500 personas, entre salón y terraza. Marina Restaurante encierra la esencia de la restauración consciente y sencilla. La carta está basada en el producto de temporada —procedente de proveedores locales—, por lo que introduce progresivamente nuevas propuestas, en línea con la filosofía de un proyecto vivo y cambiante. El resultado en la mesa son recetas reconocibles, pero con un toque de modernidad y una presentación llamativa y llena de color. La cercanía al mar y al marinero barrio del Cabanyal marcan la esencia mediterránea de su oferta gastronómica.

    Los comensales pueden deleitarse con entrantes como la ensaladilla (con langostinos, zanahoria, encurtidos y mayonesa de txangurro), el ceviche de gamba y lubina (con leche de tigre, choclos, cilantro y boniato), las croquetas caseras (de jamón ibérico, bogavante, espinacas con queso ricotta y chipirón), los buñuelos de bacalao sobre capuchina de miel, los huevos fritos acompañados de gamba cristal, patatas paja y emulsión de marisco, la tortilla española de patata trufada y el pulpo braseado sobre una espuma de salsa verde y polvo de avellanas y café. Entre las ensaladas, destacan la verde vegana —con aguacate, trigueros, cogollos, mayonesa vegana y vinagreta de AOVE, vinagre de Jerez y frutos secos—, la de tomate valenciano con anchoas y ventresca de atún con tres cebollas encurtidas y granizado de gazpacho, y la de patata con foie y langostinos salteados. El apartado de pescados y carnes cuenta con una variada oferta: bacalao —confitado en aceite de ajos con escalivada tradicional y alioli gratinado— dorada entera y a la brasa, lubina con ligero pilpil y cremoso de coliflor, gallineta de lonja frita, albóndigas al Jerez, steak tartar de solomillo, txuleta New York Steak o jarrete meloso de cordero lechal (cocinado a baja temperatura, con parmentier de patatas y jugo de cordero) son algunas de las propuestas, que pueden ir acompañadas de patatas fritas, pimientos del piquillo, ensaladita verde con vinagre de nuez o verduras al Josper como guarniciones. Los amantes de la pasta también pueden optar por raviolis cremosos de hongos con láminas de jamón ibérico. Pero, sin duda, el plato estrella de Marina Restaurante son los arroces. El equipo cuenta con el asesoramiento del reputado maestro arrocero Juan Carlos Galvis para ofrecer al cliente la mejor versión de este plato, ya sea en sus formas más clásicas o en sus vertientes más innovadoras. Entre los arroces secos, la carta incluye la clásica paella valenciana y de verduras, que se suman al arroz negro, del senyoret, de pato con setas, de pollo picantón con tirabeques, de cangrejo, de lubina, de bogavante y de txuleta madurada; los arroces melosos incluyen especialidades como de verduras, pollo campero o marisco. La fideuá también tiene su hueco con dos opciones: de boletus y foie y de pescado y marisco. Entre los postres, fruta de temporada, sorbete de mojito, arroz con leche, flan casero de yema —con chantilly al Armagnac envejecido—, torrija caramelizada o tarta de queso (una mezcla de crema, mascarpone y azul). Además, para los comensales que deseen una oferta cerrada, con platos de la carta, el restaurante ofrece de lunes a jueves al mediodía un menú compuesto por entrante, principal y postre o café por 19,90 euros.

    Aquellos que quieren darle un toque internacional a su experiencia gastronómica en Marina Restaurante tienen a su disposición una carta de comida japonesa. De esta propuesta destacan las gyozas, el tartar de aguacate atún y wakame, el sashimi de atún o de salmón, la ensalada de wakame o diferentes tatakis, además de una amplia variedad de nigiris —de atún, gambas o salmón—, baos y urakamis, rolls, ramen o noodles. En el apartado de postres, no falta uno de los grandes clásicos nipones, los mochis. 

    BODEGA Y DECORACIÓN CON SELLO VALENCIANO

    La bodega del restaurante, visible para los clientes y con una sorprendente cava vertical acristalada, está compuesta por más de 165 referencias nacionales e internacionales, con una importante presencia de vinos de las distintas denominaciones de origen de la Comunidad Valenciana. Hay propuestas de vinos tintos, blancos, rosados, generosos, dulces, espumosos y champagnes. 

    El carácter valenciano se percibe no solo en la carta gastronómica y vinícola, sino también en la decoración, a cargo de empresas de la zona como Andreu World, Gandía Blasco, Point, Skyline, Vondom e Iluminación Flos, que firman el mobiliario o la iluminación. Sin embargo, son dos los elementos decorativos que destacan en este restaurante: un olivo y una lámpara de madera de vareta firmada por el artista fallero Manolo García. Con forma de medusa, está realizada con este material flexible, que habitualmente se emplea en las fallas y cuya maleabilidad permite crear formas originales. Esto se une a las líneas depuradas y a los tonos naturales que priman en el salón.

    Alejandro Sosa Castellanos es graduado en Gastronomía por la Universidad Anáhuac-Ciudad de México, así como en Bachelor of Business Administration en la prestigiosa escuela ‘Le Cordon Bleu’ en México. Su carrera profesional comenzó en el país azteca, concretamente en el sector hotelero de la Rivera Maya; en esta zona trabajó en el hotel Gran Velas, en el Grupo Xcarey y en el hotel Agua de Vida, del grupo Los Amantes, donde ejerció como chef al estar al frente de los diferentes centros de consumo, costes y productividad del complejo.

    Ya en España, Sosa estuvo en la cocina de Tavella Restaurante (Valencia) durante dos años junto con el chef Pablo Chirivella, donde desarrolló una cocina enfocada al producto fresco, a la tradición y a las brasas. Tras ello, pasó a formar parte de la empresa Tándem Gastronómico como responsable, donde gestionó la asesoría gastronómica, así como los diferentes conceptos del grupo de la mano de Germán Carrizo y Carito Lourenço; este grupo cuenta con Restaurante Fierro (una estrella Michelin, Valencia); Doña Petrona, centrado en slow food (Valencia), y La Central de Postres (Valencia), un obrador de pastelería. Asimismo, Alejandro llevó la oferta gastronómica de la cadena de hoteles MYR en la ciudad del Turia: hotel Palacio Vallier, hotel Rincón del Mercado, hotel Puerta Serranos, hotel Marqués House. También trabajó en la gestión de diferentes proyectos, donde realizó la implementación desde cero hasta el seguimiento del local para su mayor optimización.

MARINA RESTAURANTE
Teléfono: 961 150 007

Marina Valencia
Edificio Marina Beach Club
46011 Valencia (España)