domingo 16 de noviembre de 2025
16/11/2025
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Para conmemorar la reapertura de sus establecimientos en todo el mundo y dar voz a sus responsables, heroicos supervivientes de la peor crisis de la historia de la industria hotelera
El deseo de velar por el futuro del sector y cuidarlo en el presente en base a lo aprendido durante una larga pausa es común a todos los miembros del sello, quienes equiparan este periodo de transición a un auténtico renacimiento, a un viaje en sí mismo
Por su parte, Mar Suau, propietaria de Son Brull (Pollença, Mallorca) y secretaria general del comité ejecutivo de Relais & Châteaux, declara: «Por fin hemos conseguido reabrir las puertas de Son Brull tras un largo año en el que las esperanzas ya flaqueaban. Ha sido la suerte de pertenecer a esta familia, su constante apoyo y solidaridad, la que nos ha permitido superarlo, volver, mirar esperanzados al futuro». Mar también está dispuesta a mantener su identidad. «Como Son Brull, muchos de los establecimientos miembros son pequeños y están ubicados en plena naturaleza, donde el aire puro y la distancia social se dan de manera orgánica; eso no hay que cambiarlo, no hay que forzar nada, siempre ha sido así».
El deseo de velar por el futuro del sector y cuidarlo en el presente en base a lo aprendido durante una larga pausa es común a todos los miembros del sello, quienes equiparan este periodo de transición a un auténtico renacimiento, a un viaje en sí mismo
El 12 de mayo de 1954, hace 67 años, ocho hoteleros y chefs franceses que se sabían unidos por una serie valores comunes decidieron firmar el certificado de nacimiento de la que se ha convertido en la asociación hotelera más prestigiosa del mundo. Quizás no fueron conscientes en aquel momento, pero ellos dieron lugar al arte del viaje pausado y puramente hedonista, y se convirtieron en pioneros a la hora de promover la cultura y la gastronomía de un destino, de conectar con sus gentes y de preservar la riqueza de su entorno natural a través de la pasión que le profesaban. Hoy en día, Relais & Châteaux lo forman 580 miembros alrededor del mundo y sus establecimientos son capaces de expresar —a través de su cocina y su despensa, de su cuidado interiorismo e incluso de la generosidad y las maneras de sus anfitriones— el patrimonio de las regiones en que se emplazan.
Hasta la fecha, la pandemia ha sido el único factor capaz de frenar la buena marcha de un sello que no ha dejado de crecer, y si bien ha afectado a la industria del turismo de una manera sin precedentes, también ha permitido que dueños y administradores de propiedades Relais & Châteaux se concedan un tiempo, un merecido descanso y muchos momentos de reflexión para reconsiderar su profesión desde nuevos ángulos y para generar nuevas ideas capaces de impulsar su negocio y su visión de la hospitalidad, el talento y la sensibilidad. Este fructífero periodo de pausa culmina con la progresiva reapertura, simultánea en algunos casos, de los establecimientos miembros, y en una simbólica fecha que celebrará, de ahora en adelante, la esperanza y la recuperación: el 12 de mayo.
EL RENACIMIENTO DE RELAIS & CHÂTEAUX
«Como todos los actores del sector de la hotelería, Relais & Châteaux ha tenido que hacer frente a la crisis, la más dura que somos capaces de recordar. Ello no ha impedido que la esperanza renazca al tiempo que nuestras propiedades vuelven a acoger huéspedes, eso sí, en el contexto de un mundo nuevo y distinto. La pandemia nos ha cambiado en muchos aspectos, pero nuestros clientes conservan las ganas de viajar y buscan lo que la asociación mejor sabe hacer: promover experiencias fuera de serie y respetuosas con el medio ambiente que apuestan por la recuperación de la economía local», explica Philippe Gombert, presidente internacional de Relais & Châteaux. «A principios de mayo, el número de reservas para verano ha alcanzado los niveles de 2019 y es incluso mayor en países como Estados Unidos e Inglaterra, donde algunas propiedades ya están completas hasta finales de octubre».
LA IMPORTANCIA DE PERTENECER A UNA FAMILIA
Gonçalo Narciso, delegado de Relais & Châteaux España y Portugal y director general de Bela Vista Hotel & SPA (Portimão), habla de ilusión al poder afirmar que «más del 60 % de los miembros de España y Portugal ya están listos para recibir a sus clientes de forma segura». Y añade: «ambos son países muy ricos y considero que la actividad de Relais & Châteaux es fundamental para seguir difundiendo esta riqueza, su ambiente y su patrimonio cultural. Quien nos busca no solo espera un despliegue de hospitalidad, sino cumplir las expectativas de un hotel con verdadero encanto. Es un orgullo para mí pertenecer a esta familia, regida por el intercambio de conocimientos, valores y prácticas que garantizan la excelencia».
Por su parte, Mar Suau, propietaria de Son Brull (Pollença, Mallorca) y secretaria general del comité ejecutivo de Relais & Châteaux, declara: «Por fin hemos conseguido reabrir las puertas de Son Brull tras un largo año en el que las esperanzas ya flaqueaban. Ha sido la suerte de pertenecer a esta familia, su constante apoyo y solidaridad, la que nos ha permitido superarlo, volver, mirar esperanzados al futuro». Mar también está dispuesta a mantener su identidad. «Como Son Brull, muchos de los establecimientos miembros son pequeños y están ubicados en plena naturaleza, donde el aire puro y la distancia social se dan de manera orgánica; eso no hay que cambiarlo, no hay que forzar nada, siempre ha sido así».
«Pertenecer a Relais & Châteaux no es solamente pertenecer a una excepcional firma de hoteles y restaurantes de lujo. Significa vivir con unos valores comunes a todos nosotros, que se resumen en la pasión por la profesión y que en los últimos años se ha traducido en la fidelización de generaciones más jóvenes», afirma Oihana Subijana, directora general de Akelarre (San Sebastián), hotel que alberga el triestrellado restaurante de Pedro Subijana. «Han tenido que llegar momentos tan complicados para ver reflejados en ellos el esfuerzo y el trabajo bien hecho de todo el equipo, y de manera transversal, para estar más en contacto con otros miembros de la asociación.
Por último Verónica García, propietaria del madrileño hotel Orfila, asegura que «de Relais & Châteaux hemos aprendido a ser íntimos, a buscar la individualidad y el trato personal frente a la masificación, y ello nos ayuda a proteger a nuestros clientes de posibles contagios. Por ejemplo, contamos con varios salones íntimos y privados para celebrar eventos sin interferir con otros grupos de personas; además todos nuestros espacios cuentan con ventilación natural, amplísimas ventanas, así como salidas a terrazas y al célebre jardín del hotel.
PIONEROS EN EL CONCEPTO DE VIAJE CONSCIENTE
El modelo de turismo sostenible y consciente, el único lógico y socialmente aceptado en el contexto actual, forma parte de la identidad de Relais & Châteaux desde sus inicios y se refleja en sus todas sus iniciativas, muchas de ellas puestas en marcha junto a ONG internacionales como Slow Food International y Ethic Ocean: proteger especies marinas desde un enfoque culinario, luchar contra la sobrepesca, salvaguardar ingredientes y productos locales en riesgo de extinción y promover mejores prácticas apícolas son solo algunos ejemplos.
SOBRE RELAIS & CHÂTEAUX
Creada en 1954, Relais & Châteaux es una asociación creadora de apasionantes experiencias que cuenta con 580 hoteles y restaurantes únicos en todo el mundo, dirigidos por emprendedores independientes (casi siempre familias) que comparten la pasión por su profesión y están firmemente comprometidos con la autenticidad de las relaciones que establecen con sus clientes. Presente en los cinco continentes, desde los viñedos del Valle de Napa hasta la Provenza francesa, pasando por las playas del océano Índico, Relais & Châteaux invita a cada cliente a descubrir un apasionante estilo de vida inspirado en la cultura local y ofrece la oportunidad única de adentrarse en la historio de la humanidad.
Los miembros de Relais & Châteaux adquieren el compromiso de proteger, dar a conocer y realzar el valor de la riqueza y de la diversidad de la gastronomía, así como las tradiciones de la hospitalidad de las diferentes culturas de hospitalidad del planeta. Esta ambición, junto con la de preservar los patrimonios locales y el medio ambiente, quedó reflejada en el Manifiesto de noviembre de 2014 presentado ante la Unesco.
