Uno de los motivos por los que los zumos sí son azúcares libres y las frutas de origen no, es la pérdida de nutrientes (fibra, vitaminas y minerales) que tiene lugar en el proceso. Además, que la ingesta calórica en forma de zumo es mayor que en forma de fruta. Los licuados pierden también parte de la fruta, por lo que tienen la misma consideración que los zumos. Cosa distinta son los batidos, porque al hacerse con piezas de frutas enteras no se pierde nada.
Una vez familiarizados con los azúcares libres de los alimentos naturales, la dificultad estriba en identificar los azúcares añadidos de los productos procesados.
Es obligatorio indicar la cantidad de azúcar en el etiquetado nutricional de los alimentos. También podemos consultarla en la web BADALI, un proyecto de promoción de la salud de la Universidad Miguel Hernández. Sin embargo, esta etiqueta recoge tanto los azúcares que no son libres como los que sí.
Una iniciativa muy interesante y que puede ayudar a visualizar la cantidad de azúcares libres de los productos es “sinAzúcar.org”. Aunque no están todos los del mercado.
Los azúcares pueden añadirse a los productos a través de toda una colección de ingredientes. Los más habituales son los azúcares de cualquier tipo y los jarabes, aunque también se recurre con frecuencia a los siropes y la miel. Glucosa, fructosa o dextrosa también aportan azúcares añadidos y libres.
Azúcar integral, panela y miel
El consumidor en general es consciente de que el azúcar añadido no es recomendable. En el mercado de la alimentación, el azúcar moreno, el integral de caña o la panela se presentan como alternativas saludables. Pero realmente tampoco lo son.
En principio, estos tres tipos de azúcar contienen más minerales que el azúcar blanco, que pierde gran parte durante el refinado. Sin embargo, sus azúcares siguen siendo libres y, por lo tanto, son alimentos no recomendables. Lo mismo sucede con la miel, que contiene más agua que el azúcar y, en lugar de ser todo sacarosa, gran parte es glucosa y fructosa.
Nuevas alternativas a los azúcares en los productos procesados son los azúcares de la fruta, concentrados de frutas, siropes de cereales o los cereales dextrinados de los alimentos infantiles. Pero hay que tener en cuenta que, una vez más, los azúcares que aportan son considerados libres y, por tanto, no más saludables que el resto.
En conclusión, los azúcares presentes de forma natural en frutas, verduras, hortalizas frescas y leche son recomendables. Los del azúcar, la miel, los zumos, los siropes y los añadidos son azúcares libres y debemos evitarlos.
Ana Belén Ropero Lara
Profesora Titular de Nutrición y Bromatología
Directora del proyecto BADALI
web de Nutrición
Universidad Miguel Hernández
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