Cuentan que nuestro gran periodista y escritor Vicente Blasco Ibáñez cuando estaba en su chalet de la playa de La Malvarrosa de Valencia, en su cotidiano trabajo literario, paraba a mitad de la mañana para descansar y almorzar, con frecuencia un panet amb botifarrons de ceba fregits (panecito con botifarrones de cebolla fritos).
Sin embargo, desde muchos años atrás es un embutido difícil de encontrar en Valencia y no sé si ocurrirá lo mismo en otros municipios, tanto a nivel provincial como de la Comunidad. El protagonismo lo tiene la hermana más gruesa, la morcilla, a pesar que con la misma composición, pero embutido en tripa delgada, el botifarró compadrea mejor para los entrepanes con alargaditos longaniza y xoricet.
Harto de buscar, fue una sorpresa encontrar en el 2008 botifarrons en José González, carnicería en los palcos 41-47 del Mercado Central de Valencia. Y ahora, tanto allí como en las paradas 37-39 del Mercado de Ruzafa, continúan vendiendo el sabroso embutido junto con sus ofertas cárnicas.
Establecimientos donde José González Belda y sus hijas Sonia, Ana y Laura, son la cuarta y quinta generación de una saga de carniceros provenientes de Algemesí.
Heterógenes